NEREA
Bajo rápido las escaleras y me tengo que frenar en seco para no chocarme con mi hermano, que sale del bar por la puerta de la cocina para subir a su cuarto. En cuanto me ve me lanza una mirada de arriba abajo y levanta una ceja, sorprendido. Como el día de la fiesta, he cambiado una anchísima sudadera por una camiseta, y los pantalones anchos por unos vaqueros. Aún me siento mal por lo que ocurrió en casa de Almu. O mejor dicho, lo que no ocurrió. Soy una idiota y me recrimino a mí misma por tener ese maldito miedo, pero pienso superarlo. No sé cuándo ni cómo, pero voy a hacerlo.
—Tú has quedado con alguien, y no con Hugo, precisamente. Para verte con él no te vistes así.
—Sí, he quedado con Tomi —contesto con ironía mientras le hago a un lado para salir ya.
He perdido demasiado tiempo tomando valor para ponerme esta ropa que no suelo llevar y no quiero llegar tarde. Aprovechando que los sábados por las tardes no abrimos el bar, he quedado con Almudena y su amiga para hacerle esa sesión de fotos de la que me habló Almu y que luego la propia Lara me pidió personalmente cuando nos vimos en clase. No me va a pagar mucho, pero va a ser la primera vez en mi vida que me van a pagar por hacer fotos, así que solo por eso ya merece la pena. ¡Además usaré una cámara digital! Lara consiguió convencer a su hermana mayor para que se la dejase. Estoy deseando tenerla en mis manos.
—¿Tomi? —pregunta mi hermano extrañado— ¿Quién es Tomi?
—Con to'mi coño. Adrián. ¿Con quién voy a quedar si solo tengo a Hugo? —trato de huir de este improvisado interrogatorio, pero mi hermano se pone delante de la puerta, reprimiendo la risa que mi aireada respuesta le ha provocado.
—¿No estabas haciendo un trabajo con una compañera de clase?
—¿Desde cuándo estás tan pendiente de mi vida? —replico demasiado a la defensiva, ni siquiera sé por qué le estoy hablando así cuando él no me está preguntando de malas maneras.
—Desde siempre, Nerea. Soy tu hermano y me preocupo por ti —Adrián me deja salir por fin—. Esa chica parecía muy preocupada por ti el otro día, se la ve buena persona. Me alegro que tengas una nueva amiga.
Estaba ya saliendo por la puerta, pero al escucharle hablar así de Almudena, me detengo y sonrío. Desde el día de mi cumpleaños, mi hermano ha cambiado la actitud conmigo, está haciendo un verdadero esfuerzo por entenderme, apoyarme y estar más a mi lado, y yo soy una idiota al no saber valorarlo como se merece. Por lo que, sorprendiéndole, me vuelvo y le doy un beso en la mejilla.
—Si es un chico, usa protección —me advierte cuando ya me estoy yendo—. ¡Y si es esa chica, disfruta!
ALMUDENA
Lara y yo llegamos al parque donde ella y Nerea han decidido hacer las fotos. Es el parque más grande de la ciudad, es muy bonito y tiene zonas muy estéticas para hacer buenas fotos. La propia Nerea decidió el lugar asegurándole a Lara que no la decepcionará y hará muy buenas fotos. Ella aún no ha llegado, pero todavía quedan diez minutos, además no es la persona más puntual del mundo. Me preocupa que podamos toparnos con Lucas, quien extrañamente nos ha estado ignorando desde el percance en la fiesta. ¿Será que no recuerda lo que pasó? No sé, pero es un tema que me tiene intranquila.
Mientras esperamos, nos sentamos en un banco y Lara me habla de Hugo, el mejor amigo de Nerea. Las cosas entre ellos parecen marchar bien, tienen más cosas en común de lo que se pensaban y en el tema íntimo tampoco les va mal, por lo que hasta el momento han dejado apartado ese trío que el chico le propuso, prefieren conocerse antes.
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¿El amor puede sanar?
RomanceAlmudena y Nerea tendrán que hacer juntas un trabajo para clase. Hasta ese momento no se habían dirigido la palabra, pero ahora deberán aprender a trabajar juntas y llevarse bien. A pesar de las diferencias que pueda haber entre las dos jóvenes de f...