Ese día, en Don Pingu y cía había una tranquilidad extraña, no estaba ninguno de los trabajadores normales, bueno, ninguno salvo Rafa, el Yo-kai gato Sir Nyancelot y el conejo animatrónico Bonnie estaban pasando un día de lo más tranquilo, como no había nada que hacer, Rafa estaba leyendo un libro junto a Bonnie, que también se estaba cargando enchufando una oreja a la corriente a través de un cable, en el regazo del conejo estaba Sir Nyancelot echándose una siestecita de clase gatuna, no preguntéis si el gato puede dormir cómodamente con esa armadura, nadie lo sabe, en fin, como iba diciendo, a todas luces implicaba un día tranquilo, más señores y señoras míos, si están leyendo, ello implica que aquello no ocurrió.
Yo: Ah.... No hay mejor forma de pasar un domingo que un poco de lectura, echaba de menos un día tranquilo, como cuando Pingu y yo estábamos solos.
Bonnie:¿Los domingos solían ser así de tranquilos?
Yo: En efecto, antes de hacernos más conocidos y que los casos nos empezasen a asomar hasta por las orejas.
Bonnie: Ninguno de los dos tenéis orejas.
Yo: Ya me entiendes, es una forma de hablar.
Bonnie: Ah, ya lo pillo.
Ambos hablaban de forma animada mientras el Yo-kai dormitaba, ajenos a lo que estaba apunto de acontecer, pues, en ese momento llamaron a la puerta, un timbre que despertó a Nyancelot de su sueño.
Sir Nyancelot:*Despierta mientras bosteza*¿Qué miau demonios?
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Nominaciones y otras estupideces de un dinosaurio fusionado con un Primarina
De TodoCreo que el título habla por sí solo.