Inkael y la Máquina de Tinta, parte 1: Los sueños se hacen realidad

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Querido Inkael:
Siento mucho lo que pasó hace años con el juez Doom y que hubieses acabado dónde nunca da el sol, Jeje, 90 años pasan en un suspiro, ¿Eh? Escuché que lograste salir y estás residiendo en está ciudad, así que....¿Por qué no te pasas por el viejo taller dónde me crearon? Antes de lo que pasó con Doom solías visitarme mucho, quería disculparme personalmente contigo y además enseñarte algo increíble....
Tú viejo amigo....
Bendy, el Demonio Bailarín.

Tras un paseo por las calles de la ciudad, llegué al estudio de animación Joey Drew Studio, ya eran las 12 del mediodía y hacía tiempo que el sol brillaba en lo alto del cielo y el estudio parecía abandonado y dejado de la mano de Dios, la puerta se abrió con un chirrido y me encontré en un destartalado recibidor de madera que claramente había visto días mejores, había tinta saliendo de las paredes como si fueran goteras, suspiré, me podría manchar el traje.

Inkael: Muy bien Bendy, estoy aquí, a ver qué tienes para mostrarme y también más vale que tú disculpa sea buena.

Antes de empezar a caminar golpeé el suelo con mi bastón-microfono, las tablas parecían flojas y se iban a caer en cualquier momento, pero supongo que servirían para mantener mi peso y el de Bendy, comencé a caminar y observar mis alrededores.

Inkael: Esto no está nada mal pese a que han pasado más de 90 años*Suspira* Que horrible se sentía estar dentro de esa dimensión de tinta.

Así me adentré en el recibidor del estudio, antiguo y polvoriento, aunque bueno, parecía que hacía poco alguien había pasado por ahí, ya que un proyector estaba encendido, pero decidí ignorarlo, en un primer lugar fui por la derecha, encontrándome delante una pintada en la pared en la que ponía "Los sueños se hacen realidad"

Inkael: Bonito mensaje, ¿Pero quién rayos ha escrito esto?¿Bendy, has sido tú?

La pintura parecía ser reciente, quedaba claro que no estaba sólo, bueno, se suponía que no debía estarlo, pues había quedado con Bendy allí, tras caminar un poco más, pasé una puerta en la que ponía "Máquina de Tinta", eso me recordó a que la última vez que visité a Bendy, me dijo que uno de sus creadores, Joey Drew, planeaba un proyecto muy grande en relación a una máquina de tinta, al pasar el arco de la puerta me encontré en una enorme sala llena de maquinaria compleja, estás máquinas al parecer movían unas cadenas que conducían a un hueco del tamaño de una casa de dos pisos, todo lo veía desde un privilegiado puesto en un balcón, a mi lado tenía un interruptor sin energía.

Inkael: Muy bien.....¿Cómo se enciende esto? A lo mejor sea lo que sea esto es lo que me quiere enseñar.

En una estantería vi una batería, y resulta que, había al lado del interruptor dos ranuras en las que la batería encajaba a la perfección en una de ellas, abrí un cofre que había en ese mismo balcón, dentro había un engranaje y la segunda batería, lo que me sorprendía era que la electricidad todavía funcionase, pero bueno, tras colocar la batería en su lugar me decidí a activar el interruptor.

Inkael: A ver qué me has estado guardando, viejo amigo.

Tras activar el interruptor, un estruendo se escuchó por toda la sala y las cadenas comenzaron a moverse, observé escéptico el movimiento, hasta que mi escepticismo se transformó en asombro al encontrarme ante mí a una enorme y monstruosa máquina de tinta que surgió de las profundidades del estudio.

Nominaciones y otras estupideces de un dinosaurio fusionado con un Primarina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora