Un día normal en Newgrounds City, la ciudad de los juegos y los sueños, la infancia y sobre todo, la ciudad de Internet, dónde grandes personajes clásicos conviven, ¿Alguna vez quisistes ver a Hank J Wimbelton sentado en un bar con Tankman? Pues bueno, aquí es posible, las posibilidades son infinitas, y en está fantástica ciudad, se encuentra la agencia de detectives Don Pingu y cía, allí, los diversos trabajadores de la agencia hacían su trabajo, en un momento dado, Iberia se acercó a la puerta mientras hablaba con Lucía.
Iberia: Espero que mis Pokemon estén en buenas manos contigo Lucía.
Lucía: No se preocupe, Sr Iberia, en mi tiempo los juegos de Pokémon ya son realistas y te dan la opción de aplicar un cuidado completo a tus Pokémon.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El fan de Pokémon promedio que no quiere hacerlo con Vaporeons:
Iberia: Fantástico, confío en que mis Pokémon estarán bien.
Lucía: Llamaré a un amigo si hace falta.
Iberia: Perfecto, nos vemos.
Iberia abrió la puerta y lo que encontró delante suya lo dejó patidifuso, la visión de un espectro altísimo de piel pálida y sin rostro fue lo que encontró el entrenador Pokémon, el espectro vestía un elegante traje negro con corbata negra y de su espalda brotaban varios tentáculos, su estatura estimada rondaba entre los dos y tres metros.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
???: Hola....¿Es esto Don Pingu y cía?
Iberia cerró la puerta en un portazo y comenzó a boquear sin aliento como un pez fuera del agua, se tomó las pulsaciones, efectivamente, tenía el corazón a mil por la visión.
Lucía: Ah....¿Ya estás de vuelta? No me ha dado tiempo a ir.
Iberia: Ni siquiera he cruzado el umbral de la puerta.
