Observo, analizo y ejecuto

213 13 1
                                    

Nacer en el infierno pude ser duro, pero mas duro aun es nacer siendo un simple IMP.

Todos queremos tener una vida mejor, mas apacible pero eso no aplica para el Imp Striker. Tiene la piel de color rojo pálido, ojos amarillos brillantes con anillos verdes parecidos a los de un camaleón, un pequeño bigote negro, pelo blanco marfil con un par de cuernos a rayas blancas y negras, es bastante alto y su piel es de color rojo pálido.

Este sujeto es buscado constantemente para asesinar a objetivos, que van desde un pecador hasta el mismo Stolas de Ars Goetia.

El matrimonio de Stolas fue arreglado cuando solo era un pequeño niño, se casó con la princesa Stella, una Goetia malhumorada, sus plumas son blancas como la nieve y sus ojos son de un bello rojo carmesí.

Si bien habían transcurrido 20 años de matrimonio apacible, Stella siempre se sintió abandonada como si solo fuera un medio para poner un huevo, sin saber que su esposo se sentía igual, el punto de quiebre fue la humillación que recibió de sus esposo al follarse a un IMP... un IMP carajo, como era posible que alguien se rebajara tanto y peor aun teniendola a ella como esposa !Por Satan¡

Aun cono todo y esto supo guardar las aparincias frente al infierno. Pero algo la carcomía por dentro. No podía estar tranquila sabiendo que donde ella dormía, cogía su esposo con un plebeyo. Pero ¿como librarse del imp o del cloca sucia de su esposo?

Stiker estaba muy acostumbrado a que le pidieran objetivos raros, incluso le habían pedido que asesinara a Lucifer, algo que el por supuesto no acepto, pero nunca le habían pedido que matara a un Goetia vieniendo de una Goetia.

El encuentro fue en el palacio de Stolas, fue en una noche antes del festival de la cosecha lunar y el dueño de la casa había salido con su jugete sexual, digo con un imp. Striker se había de tocar la puerta, mandar mensaje, tocar la puerta, mandar mensaje, estaba volviendo por donde vino seguro de que era una broma, cuando un diablillo muy pequeño habrío la puerta

-Buenas noches -dijo el pqueño-

-Buenas noches - contesto áspero Striker- busco a la princesa Stella de Ars Goetia

El pequeño imp estaba temblando de miedo, pero no dejo que se le notará, le indico que pasara, lo llevo a la sala de espera y le dijo que en un momento lo atenderían

Striker obedeció, mientras esperaba empezo a leer un libro de historia infernal

El lacayo fue con su ama que en ese momento estaba observando el círculo del orgullo desde un balcón.

Mi señora -le dijo- el imp que esperaba a llegado

Mandamelo -contesto-, y que no se te ocurra decirle a nadie sobre esto.

El imp asintío y se fue apresurado de ahí, ¿Por qué le había tocado trabajar con esos locos?.

-Señor, sígame.

Striker siguió al mayordomo y fue observando los cuadros, tapicería, cuartos, libros, plantas, jarrones rotos, cortinas desgarradas, hasta que llegó con su contratante. El imp los dejo solos. Stella se quedó mirando al imp ciertamente era más bajo que ella pero era más alto a cualquier otro imp que había visto.

-Princesa Stella - dijo con un tono dulce mientras hacía una reverencia-, es un gusto conocerla

Stella lo analizo de arriba a abajo, olía a cigarro y estaba lleno de lodo. Repugnante.

-Diria lo mismo…pero no es así -le dijo- iré directo al grano necesito que mates al maldito infiel de mi esposo.

-¿Se refiere al príncipe Stolas cierto? -ella asintío- necesitaré una…

-Lo interrumpió- ¿Un arma angelical? -el asintío-

- Y una…

-lo volvió a interrumpir- una coartada- el asintío- me enteré que hay una familia que necesita un capataz, puede que te sirva

-Usted si que está en todo madam -Dijo cruzandose de brasos- ¿Y cuál sera mi paga-

-Recibiras un cheque de 1000000 de créditos que podrás usar en todos los anillos sin excepción alguna.

-Muy bien y ¿Para cuando quiere el asesinato?

-Mañana

-Vaya -no me deja nada de tiempo- yo necesito -se empieza a acercar a ella- observar, analizar y ejecutar.

-No me importa, ¿Lo podrás hacer si o no?

-Sí

-Pues bien, puedes retirarte, dile a Maol que te de el arma

-¿Maol?

-El lacayo, ahora vete.

Striker se fue de ahí maldiciendo a esa engreída pajarraca, pidió el arma y se fue, deseando que no le volviera a oír el pico a esa cuernuda.



El vaqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora