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No lo amaba. Había sido un impulso vanisdoso ocasionado por la calentura que le ocasionaba el esposo. No, una agonía depresiva que la jalaba a desde el fondo de su cabeza y que la convencía de estar haciendo lo correcto. En alguna de sus platicas con su hermano solía decir

- El amor y la religion son lo mismo. Tienes que saber que elegir para el resto de tu vida. Y no se te ocurra cambiarlas, por que se te vienen como perros, traicionalas y no hay Dios que diga ni pío.

Su hermano le contestaba sin ningun desaire y con todo el afan de ofender.

-Pareces puta barata.

Así evocaba sus tardes en el palacio del esposo pone cuernos. Hasta que conocío a Striker, sería su distracción por semanas. Juntos, con la fornicación díaria, con sus días y noches,  sentía el remordimiento que algo malo pasaría por sus acciones. Más de una vez se lo dijo, pero ni ella misma se hacía caso.

Una tarde, mientras las gotas de lluvia acida, marrones como la caca, despedazaban a los pecadores y los Imp's disfrutaban del show, le dijo a Striker sus dudas sobre el hecho de asesinar a uno de los seres más poderosos del infierno. El le contestaba sin mirarla ni parando de cruzar, escribir y trazar un plan

"Soy un soldado de la diosa"

Se quedaba quieto, ella no decía nada, se iba y el seguía trabajando, pero en las noches después del amor quemado como el verano en la cama le contestaba con una canción

-"Hay mi bien que no haría yo por tí"

Le decía recargado entre sus grandes muslos de pajara

-Me sorprendes

-¿Quieres que la ponga?

Ella lo sangoloteaba hasta que qeudaran de frente y le contestaba

-Ponla y Ponmela

Striker se bajaba de la montañesca cama, ponía la canción y al momento de llegar con su amada, esta lo alzaba por los brazos y lo ponía a su gusto.

Su gran vanidad nunca le permitío ver al amor que tenía en sus manos, lo veía como era, empleado y esclavo sexual. Pero este paraíso inmoral estaba a punto de derrumbarse, no tanto por el hecho de asesinar a Stolas y por ende a Blitzø si no, por su hija.

Un impedimento para sus noches de amor, llegaba de noche, irritada, feliz, amorosa, energumena. Todo un lío. Otro problma era el hermano un maldito metiche que no tenía nada que hacer más que acicalarse y andar de chismoso por el mundo Goetia. Y por ultimo el propio esposo. Una molestia.

Ese nido de amor y de planeación de asesinato era usado por ella 3 veces entre semana y 2 veces el fin de semana, con sus noches, amaneceres y tardes.

Todo hasta la discusión final con Stolas.

Llego furiosa al departamento, mentando madres y diciendole a Striker que se prepara, que irían por ese maldito ave... Ricachona y todas sus putas plantas que ya me tienen harta.

El escuhaba y reptía lo mismo que siempre.

"Soy un soldado de la diosa"

El vaqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora