Parte 1: La secuela

1.1K 72 14
                                    

Se puso uno de los abrigos más cómodos cálidos que tuviera, salió rápidamente de su habitación, esperando que el hombre no lo viera para recordarle lo de la renta.

No es que quisiera atrasarse, es que no podía evitarlo.

Pasó la intersección y siguió caminando calle arriba, un camino que conocía muy bien ya que no había día que no andara las mismas calles. Se cambió de acera y caminó más rápido hasta ver el letrero de la cafetería.

Peter se detuvo al frente una vez llegó, miró hacia adentro a través del vidrio y al verla sonrió.

Sin más espera entró, a lo que la morena le sonrió en cortesía.

—Hola — la saludó, ella le devolvió el amable saludo.

—Hola, Peter. ¿Qué puedo ofrecerte?

—Un café, por favor.

Asintió y se alejó para prepararle lo que sería el tercer café del día. Lo hacía mientras él la miraba con aquella mirada que, sabía, sentía conocer.

Al final de todo, era su cliente habitual.

Le dio el café y se sentó un segundo para disfrutarlo, esperando que MJ le pudiera decir algo, pero no fue así.

Nunca hablaban más que el saludo y la despedida, y el tampoco sabía cómo empezar.

—Ha sido un invierno muy frío, ¿No crees? — preguntas sobre el clima y temas sin extensión era todo lo que podía mencionar.

—Si, igual que todos — ella sonrió sin mostrar los dientes.

—Si... — tomó un sorbo de café y la dejó atender a otro cliente.

Sabía que MJ no era una chica de hablar, menos con desconocidos, así que no esperaba que ella siguiera la conversación.

Cuando le quedaba muy poco del café, se levantó del asiento, puso el dinero en la mesa y salió despidiéndose de ella.

Volvió una vez más hacia la esquina, miró la calle espectante a qué algo sucediera, pero simplemente era una ciudad fría y ruidosa. Estaba oscureciendo, así que en cuestión de horas tendría que hacer sus rondas de vigilancia. A pesar de dedicarle la mayor parte de su día a día a ser Spiderman, a veces se tornaban aburridos.

Ir por un café, quizá más de uno al día cuando MJ se encontraba de turno, se había vuelto casi un hábito. Aún seguía firme en su decisión, pero estar cerca de ella sin pretender nada más lo hacía no sentirse tan solo.

Pero la realidad era que estaba más solo que nunca.

Después de un rato, observó el videoclub al otro lado de la calle. Peter llevaba mucho tiempo sin hacer alguna actividad como lo era ver una película. Solía ir allí todo el tiempo junto a Ned y solían alquilar las películas de Star Wars todo el tiempo, después de eso, tenían noches de maratón mientras armaban las figuras de LEGO.

Tomó el último sorbo de café, arrojó el vaso en uno de los contenedores de basura más cercana y entró a la tienda.

Una campanita sonó al abrir la puerta, haciendo que una chica tras uno de los mostradores apartara la vista de la cámara que parecía estar observando con detenimiento.

Lo miró un segundo y luego volvió la vista a lo suyo, ahora organizando todo lejos del mostrador.

Peter caminó por la tienda, intentando recordar en qué parte estaban las películas de Star Wars.

El lugar había cambiado un poco, mucho más después de lo que había sido el Blip por lo que recordaba, había una sección más grande dónde vendían cámaras fotográficas y millones de implementos para aquellas. Parecía que las películas ya no eran lo más importante, sino un simple añadido a la tienda. Aunque claro, debía ser por el hecho de que nadie alquilaba películas en videoclubs hoy en día.

Llámame Peter Parker (Peter Parker Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora