Aunque su día acabara cuando el sol se ponía, ahí era dónde la otra parte de su vida apenas empezaba.
Volvió al edificio dónde vivía, abrió la puerta no intentando que la gran puerta chirreante hiciera de las suyas, ya que, al final de todo, era imposible teniendo en cuenta el estado y la vejez del lugar.
—¡Parker! — se apresuró a subir intentando no hacer contacto visual con el hombre.
Sacó la llave rápidamente con el fin de abrir la puerta e intentar escapar; al sacarlas del bolsillo, éstas resbalaron de sus manos y cayeron al suelo. Gruñó, las levantó e intentó volver a abrir, pero antes de que pudiera ponerla en el cerrojo oxidado, el sujeto tocó su hombro.
—Oye, chico, espera un segundo.
Peter suspiró mirando hacia el techo e inmediatamente se giró para verlo, conociendo perfectamente lo que diría.
—Lo sé, lo lamento, es que... — se detuvo al notar el rostro confundido del hombre.
Tenía fruncido el ceño y lo miraba como cuan bicho raro.
—¿Qué lamentas, niño?
—¿De... que... habla usted?
—Te llegó correo — puso la carta al lado de su rostro, sosteniéndola con la mano derecha, aún con una mirada extraña.
—Oh — Peter la tomó muy despacio, pensando que en cualquier momento haría un movimiento inesperado — Gracias.
Una vez en sus manos, la miró, leyó el encabezado y volvió su vista al hombre con una sonrisa apretada.
No volvió a decir nada, asi que se limitó a entrar y cerrar la puerta lentamente en incomodidad.
Entró a la habitación, sorprendido de que el hombre no le hubiera hablado sobre la renta, pero estaba más que satisfecho. Apenas llevaba un par de días de retraso, y lo que le faltaba no era mucho.
Dejó la película que había alquilado en la mesa y se sentó en la cama con la carta aún en sus manos. Volvió la vista por un instante a la canasta de basura junto a su escritorio y se preguntó si todo el dinero de esos vasos de café que compraba a diario le darían exactamente lo que necesitaba para pagar la renta. Probablemente si, pero no importaba, no es algo de lo que se arrepintiera.
Abrió la carta sin prisas y leyó las primeras líneas de ella.
“Felicitaciones, nos enorgullece informarle que ha sido aceptado(...)”
Sonrió y cerró los ojos en un suspiro sonoro de alivio, puesto que por fin cosas buenas estaban pasándole. Había logrado entrar a una universidad local en Queens. Después de pasarse la mitad del semestre estudiando para sacar su validación de la secundaria, pudo entrar a una universidad becado.
No era el MIT, por supuesto, pero tampoco era peor que eso. Era educación y nada mas, y no lo desperdiciaría.
Volvió a mirar a su ventana intentando ponerle más atención al ruido de la calle para que la habitación no estuviera tan callada. No quería recordarse que no tenía a nadie a quién contarle aquella noticia, o que no tenía con quién compartirla.
Se felicitó internamente y prosiguió a ponerse el traje para su ronda habitual.
Salió por la ventana, asegurándose de dejarla cerrada cuidadosamente y emprendió a columpiarse por la ciudad esperando a que algo sucediera.
Aunque la mayoría de las veces deseaba que nada sucediera. Así estaba más tranquilo.
Esperó a que MJ saliera de su trabajo y en discreción, sigilo y saltando en medio de edificios la acompañó a casa. Solía hacerlo siempre, incluso antes de todo lo que había sucedido; así que se había convertido en otro de sus hábitos.
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Llámame Peter Parker (Peter Parker Y Tú)
FanfictionDespués del hechizo de Strange, Peter tiene que afrontar su nueva vida en solitario. Quiso alejarse de las personas que ama para no hacerles daño, pero se encontrará con alguien que lo hará tener que decidir. Seguir en el pasado o seguir adelante.