A medida que las semanas de febrero iban pasando, Luz se sumergía cada vez más en su trabajo y en ese proceso su relación con Mirai se estrechaba más. Cada día, se encontraba inmersa en la creación de su proyecto, dedicando incontables horas a perfeccionar cada detalle. Mientras trabajaba, compartía con la gatita los pequeños fragmentos de su vida cotidiana. Le hablaba de sus amigos, de las emociones que la embargaban, de sus sueños y aspiraciones. Mirai, con su capacidad de almacenamiento de datos y su habilidad para escuchar atentamente, ofrecía respuestas breves pero precisas, brindándole un apoyo constante.
En esos momentos de conexión con Mirai, Luz encontraba un refugio donde podía expresarse sin temor a ser juzgada. La gata robótica se había convertido en una confidente silenciosa, un ser que comprendía sus inquietudes más íntimas. A través de su relación con Mirai, Luz descubría una nueva forma de comunicación, una en la que las palabras eran reemplazadas por gestos sutiles y miradas llenas de complicidad.
El último día de clases resultó especialmente duro para Luz, ya que una atmósfera cargada de tristeza parecía envolver a todos sus seres queridos. Podía percibir el peso del adiós que se avecinaba, pero nadie se atrevía a mostrar abiertamente sus sentimientos. Dylan y Logan, en particular, sufrían intensamente ante la perspectiva de no poder verse más en el entorno escolar. Sentían cómo un golpe emocional los agitaba en lo más profundo de su ser, ya que las clases eran el único lugar donde compartían momentos juntos. Conscientes de la situación, acordaron encontrarse más frecuentemente fuera de aquellos muros educativos.
La tristeza se adueñaba de Luz al darse cuenta de que aquellos encuentros casuales en los pasillos y aulas se habían esfumado. La monotonía del hogar y su reticencia a salir de casa hacían que las oportunidades de interactuar con sus amigos fueran escasas. Aunque anhelaba la compañía y el apoyo mutuo que encontraba en ellos, se sentía atrapada en su propio mundo, limitada por las estrictas normas impuestas por sus padres.
Cada día, después de terminar sus deberes, Luz anhelaba con impaciencia el encuentro con Alex. Era su momento de escape, una oportunidad de desconectar del peso de las responsabilidades y dejarse llevar por la compañía y la complicidad de su novio. Estudiar en casa se había vuelto más eficiente, pues la presencia constante de Mirai era su motivacion.
Los fines de semana eran un respiro en la rutina diaria. Al contrario que con Alex quien lo podia ver cualquier día, solo tenia permitido salir los fines de semana con sus amigas o los gemelos.
Durante los primeros días de visitar una cafetería cercana a su instituto, Luz se sentía incómoda por las miradas constantes de las personas a su alrededor. Ahora que conocían su identidad, la chica que siempre veían tan alegre y despreocupada por las calles, sus ojos parecían buscar algo más en ella. Se preguntaba si esas miradas eran de admiración, envidia o simple curiosidad, pero lo cierto era que se sentía expuesta y vulnerable.
Los gemelos, no podían evitar notar la incomodidad de Luz ante las miradas curiosas y penetrantes de los demás en la cafetería. Logan, en particular, no se quedaba callado al verla en esa situación. Su instinto protector se activaba y saltaba a la defensa de su amiga, al igual que lo hacía con su hermano.
Cuando Logan detectaba una mirada que se prolongaba demasiado o un comentario fuera de lugar, no dudaba en levantarse de su asiento y acercarse. Con paso firme y una expresión desafiante, se plantaba frente a la persona que había perturbado la tranquilidad de su amiga.
—¿Hay algún problema? —interrogaba Logan, con una mezcla de seriedad y determinación en su voz.
Su postura segura y su mirada intensa eran suficientes para hacer retroceder a aquellos que se atrevían a incomodar a Luz. Logan no toleraba que nadie la hiciera sentir vulnerable o fuera de lugar. Para él, la amistad y la protección hacia ella eran valores sagrados que siempre defendería.

ESTÁS LEYENDO
Mercenary Feelings
Teen FictionEn un mundo futurista lleno de excesos y decadencia, las diferentes ciudades se convierten en reflejos de la crueldad y la piedad que habitan en el corazón humano. Las fiestas extravagantes, las drogas, las armas y la violencia son moneda corriente...