Capitulo 1.

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–Heyy! Ya llegué –Definitivamente esto es muy agotador, los estudios, mi trabajo, cuidar a Leyla y visitar a papá al hospital

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–Heyy! Ya llegué –Definitivamente esto es muy agotador, los estudios, mi trabajo, cuidar a Leyla y visitar a papá al hospital...

Mi padre fué diagnosticado de FPI (Fibrosis pulmonar idiopática) hace 3 meses, desde entonces ha estado hospitalizado. Esta enfermedad es muy poco común y mortal, la supervivencia media es de 2 a 5 años o si tiene suerte podrá vivir 10 años o más. Por esta razón intento pasar tiempo con el cada vez que pueda.
Papá y Leyla son lo más importante en mi vida.

-Lou, llegaste! –Leyla me recibió con un abrazo y una enorme sonrisa como si no la hubiera visto desde hace días y no desde esta mañana–. ¿Cómo hiciste para traer todas estas cosas hasta aquí? -preguntó refiriéndose a las bolsas del mercado que traía.

–El chico nuevo que se mudó al lado me dió una mano –señalé con la cabeza hacia la ventana en la cuál se veía la casa de el chico que me ayudó.

Leyla corrió hacia la ventana para ver quién me había ayudado.

–Cabello negro, alto, tiene buen aspecto. Dime que van a salir, hace tiempo que no sales ni siquiera con tus amigos.

–Leyla... –la miré exhausta– él sólo me ayudó con las bolsas, ayúdame a llevarlas a la cocina y guardar todo.

Yo solo quería ir a mi cama a dormir por lo cansada que estaba, aunque aún era muy temprano y debía cenar con mi hermana menor. Además, no me hace mal el hablar con ella, al contrario, me gusta mucho hablar y compartir con ella, es como mi mejor amiga.

–¿Viste a papá y le llevaste el dibujo que le hice? –Leyla estaba muy intrigada por saber como había reaccionado papá por su dibujo.

–Cuando fuí a llevarle tu linda obra querida hermanita –le respondí mientras sacaba las compras de la bolsa- el estaba durmiendo, así que se lo dejé en su habitación y lo verá cuando despierte.

–Oh.

–Mañana iremos y podrás preguntarle que tal le pareció. No te preocupes de que si le gustó o no porque tenlo por seguro de que le encantó –intente demostrarle con seguridad para que no se sintiera mal al no saber si le había gustado el dibujo o no a papá.

–Está bien.

Leyla hizo como si no le diera mucha importancia pero su expresión me dijo todo lo contrario, fué algo.. desanimada.

Ella tiene apenas 8 años y se parece mucho a papá, cabello castaño oscuro, liso y corto, ojos de color ámbar y comparten el mismo amor por el arte.

Papá era un increíble pintor hasta que se retiró debido a su enfermedad, fue algo desgarrador ver como dejaba de hacer algo que lo apasionaba tanto.

En cambio yo, por mi parte, soy muy parecida a mi madre, en el buen sentido claro. Mi cabello es largo con ondas y de color castaño claro, mis ojos son grises y amo bailar desde que tengo memoria. Practico ballet desde que tengo 6 años, aunque últimamente no he podido asistir a las clases porque he estado muy agobiada entre papá, el colegio y la Leyla.

La vida soñada no tan perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora