Capitulo 2.

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No perdí mi tiempo y poco a poco fuí metiendo todo mi cuerpo a través del cuadro

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No perdí mi tiempo y poco a poco fuí metiendo todo mi cuerpo a través del cuadro.

Primero pasé una pierna, luego no lo pensé más y pasé por completo al otro lado, a donde sea que me llevara este extraño cuadro mágico. De todas maneras, ¿que podría salir mal?

Me desperté con un sobresalto por un ruido. Yo estaba en mi habitación, en mi cama, pero ¿Hace unos segundos no estaba en el estudio de mi papá? ¿Acaso cuando pasé por el extraño cuadro en esa pared me transporté a mi habitación o solo soné eso?

Esto era muy confuso, me levanté de mi cama y pensé en volver con ese cuadro para ver que es lo que realmente había pasado.

Cuando salí de mi habitación escuché un ruido que venía de la cocina. Cambié mi rumbo y bajé con sumo cuidado las escaleras y alerta para ver de dónde era ese ruido.

A medida que estaba más cerca de llegar a abajo percibí un olor a comida, ese aroma... eran panqueques, lo cuál me pareció extraño porque la señora que nos cocinaba libraba los fines de semana, y hoy era Sábado.

Terminé de bajar rápidamente las escaleras y al llegar a la cocina quedé en shock.

¿Acaso era real lo que estaba viendo?

–¿Qué sucede mi dulce Lou? –Preguntó esa persona–. Se te va a caer la mandíbula al suelo. –Bromeó con la comisura derecha un poco elevada– llevaba un delantal puesto y una espátula en su mano derecha con la que estaba volteando los panqueques.

¿!Pero que está pasando aquí!?

¡No puedo creer lo que estoy viendo! Me acaba de hablar, lo que significa que si es él realmente, y no es un holograma o algo por el estilo, aunque los hologramas también hablan. Pero ¿En serio es el?

–P-Papá –traté de decir aún sin creer lo que veía–. Estás bien, como te sientes? –noté que lucía increíble, como antes de que se enfermara, era impresionante.

–Pues me siento mejor que nunca ahora que despertaste, estos pancakes se ven deliciosos y... me preguntaba cuando despertarías para poder desayunar juntos.

–Me alegra mucho que estés bien papá. –le dí un fuerte abrazo para comprobar si en realidad era el, ya saben por si las dudas, aún había la posibilidad de que fuese un holograma. Mis ojos se llenaron de lágrimas de felicidad al abrazarlo.

Y si, era realmente el. Fue increíble verlo así, gozando de buena salud y tan alegre como lo recordaba.

–A mi también me alegra mucho de que tu también lo estés, pero me fuí de viaje por el trabajo 2 días solamente –me devolvió el abrazo sonriendo–. Ya veo que me extrañaste mucho.

–Todo es diferente sin mi energético padre junto a mi todos los días. –No paraba de sonreir, estaba impactada.

–Por cierto, Katherine llamó hace unos minutos antes de que bajaras...

La vida soñada no tan perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora