Que harías si tuvieras la opción de poder elegir vivir la vida que siempre anhelaste y soñaste tener o seguir viviendo en la triste y aburrida vida que siempre haz tenido? Aunque la oferta de vivir en tu vida soñada sea muy tentadora, no siempre es...
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Katherine me ayudaba a buscar el cuadro por el que viajé desde mi hogar hasta mi vida soñada.
—No he encontrado nada aún —dije desanimada.
—Yo tampoco —respondió Katherine.
—Creo no está aquí... –hice una mueca–. Claro, yo si soy tonta. Pues claro que no está aquí —Resoplé.
—Cómo no va a estar aquí? Dijiste que viajaste desde tu mundo al mio por cuadro que estaba en aquel estudio.
—Exactamente por eso no está aquí.
—No entiendo —dijo Katherine confundida.
—Verás, los cuadros que estaban en ese estudio eran los que el pintó antes de enfermarse, incluso habían unos sin terminar. Por lo tanto, los cuadros que estaban ahí no los vendió.
—Y como tu padre de aqui nunca enfermó, si vendió los cuadros —completó Katherine al entender.
—Exacto, lo cual complica aún más las cosas.
—Si, tendríamos que preguntarle a tu papá a quién le vendió la pintura e ir a buscarla.
—Que rollo! —Exclamé—. Ya será mañana que le preguntemos.
—Será —dijo Katherine.
Salimos del estudio a la cocina a buscar los flips y luego de ahí fuimos a mi habitación.
—¿Sabes que es lo curioso de todo esto?... —solté mientras nos sentábamos en mi cama–. Que justamente la noche anterior de llegar aquí le conté a Leyla mi historia favorita que me contaba mi mamá "La vida soñada y su portal entre mundos"
—Suena genial. —admitió Katherine.
—Y lo es —asentí—, trata de que existe un portal que te permite ir a un mundo donde tendrás todo lo que siempre quisiste tener y ser en la vida. Aunque la ubicación del portal es clandestina.
—Bueno, eso me suena un poco —ladeó la cabeza sutilmente.
—La verdad es que si, de hecho he levantado sospechas de que si... ese cuadro por el que pasé era el portal que me trajo a mi "Vida soñada".
—Eso tendría sentido, muuucho sentido la verdad.
—La verdad es que si —respondí mientras comía algunos flips.
—Que increíbles son las cosas misteriosas del universo.
—Lo sé, lo sé.
Luego de hablar por un rato de cosas sobrenaturales, aliens y universos paralelos, nos quedamos profundamente dormidas. . .
Estábamos los 3 sentados en el comedor desayunando unos sandwiches que preparó mi papá. Katherine ya llevaba la mitad de su sandwich, yo ya estaba casi que terminando y papá ya iba por su segundo sandwich.
