|capítulo dos:|
|🌹|
—¡¡Las gomitas son mias!!—exclamaron al mismo tiempo.
Como si el destino estuviera de parte de ambos, llegaron al mismo tiempo y tomaron el paquete de gomitas al mismo tiempo.
Ambos se miraron a los ojos y fruncieron el ceño...al mismo tiempo.
Pronto una pelea por aquel paquete de gomitas inició en el pasillo diez.
—S-son mías...s-suéltalas.
—Tonterias...s-son mías...suéltalas tú.
Ambos trataban de quitar el paquete de las manos del otro, pero como si el destino se hubiese aburrido de la absurda pelea de ambos, hizo que los dos tomaran un extremo del empaque, provocando que se rompiera a la mitad, dejando caer sus tan preciadas gomitas al suelo.
Ambos observaron en cámara lenta como todas las gomitas caían lentamente y rebotaban en el suelo.
—¡¡Mira lo que has hecho!!—exclamaron al unísono.
—¡¡No fui yo, fuiste tú!!—se observaron con enojo al ver que ambos decían exactamente lo mismo.
—Lo siento, jovencitos, pero tendrán que pagar por lo que rompieron—les dijo un empleado de limpieza que hacía un buen rato había empezado a reírse en silencio ante el espectáculo de los menores.
Ambos bufaron y se acercaron a la caja entre refuños.
—Pagaré la mitad por las gomitas en forma de ositos del pasillo diez. El resto lo pagará ella—Jimin pagó y recibió su cambio.
Y sin más que decir salió a regañadientes de aquel supermercado.
Rosé observó con los ojos abiertos como platos a aquel descarado rubio.
Sin dejar de observar la espalda de aquel chico pagó el resto que le correspondía y recibió rápidamente su cambio antes de ir tras ese rubio destroza gomitas.
—¡Oye, tú! Perdí mis preciadas gomitas por tu culpa...¡Todo fue tu culpa!—Jimin cerró los ojos y se dió media vuelta.
—¿Y solo tú eres la perjudicada?—la pelirroja lo observó con el ceño fruncido—Ahora no tendré mi provisión para la semana, ¡Y todo por tu culpa!
Sin esperar respuesta, se fue, dejando sola a la pelirroja, quien negó y también se fue a su casa, caminando en dirección contraria.
🌹
Rosé caminaba lentamente por los pasillos de la universidad disfrutando de sus deliciosos ositos con sabor a frutas.
Iba tan ensimismada que no notó que chocó con alguien, haciendo que sus cosas cayeran al suelo.
—Lo siento tanto—Rosé hizo varias reverencias y empezó a ayudar a aquel chico a recoger sus cosas.
—Descuida, yo también iba distraído—ninguno de los dos habían cruzado miradas, por estar concentrados en recoger todas las cosas.
Ya solo quedaban unos cuantos libros por recoger.
Y una bolsa de gomitas en el suelo.
![](https://img.wattpad.com/cover/309868389-288-k802345.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¡Las Gomitas Son Mias! // JiRosé [adapt]
Fiksi Penggemar«Rosé ama las gomitas... Jimin ama las gomitas... ¿Se desatará una gran rivalidad entre ellos por el último paquete de gomitas? -¡LAS GOMITAS SON MÍAS!» 🍒;; Cuento con el permiso para adaptar está historia. 🍒;; Obra original: @Kangjikiung99