El mar, la tierra, el cielo y infierno. [AziraCrow&BlackBonnet]

6

Y llegamos al momento en el que Barbanegra encuentra a Bonnet.

"¡Stede!" Gritó Aziraphale queriendo acercarse a su amigo, el cual estaba a nada de morir, pero alguien lo tomó por detrás, amenazando con cortar el cuello del ángel.

"Oh, mierda." Exclamó el ángel con vergüenza... ¿Un ángel con ese vocabulario?

Pero entonces, la persona que lo tenía amenazado reconoció cierto olor, agradable, por cierto.

"¿¡Ángel!?"

"¿¡Crowley!?"

El demonio rápidamente lo soltó y el ángel se giró hacia él.

"¿¡Qué haces aquí!?" -Dijo entre dientes con desesperación.

"¿¡Tú qué haces aquí!? ¿¡Acaso provocaste todo esto!?"

"¡Según lo que le mencioné mi lado, si, pero realmente esto no es cosa mía!"

Ambos parecían frustrados y preocupados.

"Está bien, está bien... si quieres mantener tu cabeza donde está, tendré que tomarte como rehén." -Susurró de mala gana el demonio, acomodando sus gafas.

"No estás hablando enserio- ¡Stede!"

"Parece que mi capitán acaba de salvar al tuyo. Ahora, ven conmigo y finge que te capturé."

Hizo un puchero, cosa que muy en el fondo, Crowley encontró tierno, pero en este momento debía actuar como un pirata perverso.

"Suéltame, ¡asqueroso rufián!" -Espetó el ángel.

"Si... creo que lo mejor será amordazarte." -Todo rastro de ternura se desvaneció y se convirtió en vergüenza por la dramática y mala actuación del ángel.

Lo llevó a un pequeño almacén y, para sorpresa del Aziraphale, Crowley cumplió su palabra.

El de gafas se encontraba amordazando al ángel, más que nada pera evitar que dijera algo que lo pusiera en peligro.

Acercó su mano y Aziraphale le mordió.

"Aaahhhg..." -Fué bajando gradualmente de volumen hasta terminar gritando en silencio para no llamar la atención, con una expresión de dolor y enojo.

Después de eso, ahí estaba el de cabellos blancos, atado y amordazado con una tela blanca aparentemente limpia.

Izzy entró, no estaba Crowley... afortunadamente, o eso creyó él.

La tela cayó y Aziraphale habló.

El pelirrojo había atado la tela a la perfección, pero no contaba con los milagros del ángel.

"Disculpe, ¿cómo se encuentra el capitán Bonnet?" Dijo, cortésmente.

"En este momento deberías preocuparte por tí mismo." -Apuntó a su cuello con un cuchillo. Aziraphale inclinó su cabeza hacia atrás para evitar el arma.- "No puedo matar a nadie, no ahora, pero nadie mencionó algo sobre no mutilar a los rehenes."

Y entonces, como por arte de magia, la "serpiente de Crowley" se asomó con rapidez sobre el hombro del ángel, soltando una mordida al aire delante de Izzy, completamente a la defensiva.

Estaba envuelta en el cuerpo de Aziraphale pero sin apretarlo.

"Tú, maldita serpiente." -Dispuesto a atacar, se acercó a ellos y de la nada estaba "paralizado".

La serpiente miro al ángel con confusión.

"Yo lo hice. Ahora, 'trae a Crowley', ¿si?"

La serpiente entendió y volvió a su forma humana. Se colocó detrás de Izzy y sujetó la mano con la que sostenía el cuchillo.

"Ahora." -Indicó Crowley.

Aziraphale lo desparalizó, Crowley lo jaló del brazo y detuvo el ataque contra su ángel.

"¿¡Qué crees qué haces!? Si le digo sobre esto al capitán, ¿qué le dirás?"

"El capitán no dijo nada respecto a mutilar rehenes."

"Insisto. Si le digo al capitán sobre esto, ¿qué le dirás? ¿Le dirás eso? ¿Que no dió órdenes claras? No te atreverías." Dijo cada vez más serio.

Izzy bajó el cuchillo y se fué, no sin antes maldecir y azotar la puerta.