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(1716-1717)
El ángel apasionado por la lectura se encontraba en una biblioteca, esperando encontrar algo nuevo que leer... mientras cumplía con su deber celestial, claro.

Distraído, giró muy de prisa y empujó a un hombre de cabellos rubios, tirando por accidente uno de los libros que cargaba consigo.

"Oh, disculpe." -Dijo el ángel haciendo entrega del libro que había tirado hace tan solo unos segundos, viendo el título de éste en el proceso.

"Gracias." -El desconocido tomó el libro y evitando tirar los que se sostenía su otra mano.

"Vaya, que título más interesante." -El ángel esbozo una sonrisa.

"Lo es, ¿verdad..." -El hombre hizo una breve pausa mientras sonreía devuelta, quizá esperando a que el hombre de cabellos blancos se presentara.

"Oh, lo lamento, ¿dónde están mis modales?" -Borró su sonrisa unos segundos consumido por la vergüenza que sintió.- "Puede decirme Sr. Fell, ¿usted es?" Volvió a sonreír de forma amigable.

"Stede Bonnet." -Se presentó con una sonrisa.

Aziraphale, buscando una excusa para conocer restaurantes cerca, invitó al rubio a comer como una forma de disculparse por chocar con él anteriormente.

Hablaron un poco sobre, bueno, no lo sé, probablemente haya sido sobre libros y comida. Aunque como era de esperarse, Stede no podría evitar terminar hablando sobre barcos y piratas.

Por otro lado...

El mejor amigo de nuestro ángel no se encontraba tan lejos de él, pero tenía una tarea un poco más larga, pues unos días antes...

"Crowley, gusto en verte, querido."
Saludo Aziraphale, acercándose por detrás al hombre que se encontraba frente al muelle.

"Ángel, que sorpresa, ¿qué haces aquí?" -Dijo sereno pero curioso.

"Ya sabes, unos cuantos milagros por ahí, libros por allá y hay restaurantes que-"

Fué interrumpido.

"No sueles desviarte tanto cuando se trata de tu 'deber divino', angelito." -Sonrío, molestando un poco al pobre de Aziraphale.

"Y no lo haré, pero mi trabajo aquí es mínimo." -Frunció el ceño.

"Te envidio." -El pelirrojo desvió la mirada, tomó un trago de la botella que traía consigo y continuó.

"Mi trabajo no es tan complicado pero si exige... tiempo. Más del que me gustaría." Susurró lo último.

"Ya lo creo. Probablemente preferirías tomar una breve siesta, quizá de un siglo o dos." Se burló Aziraphale.

"Me conoces taaan bien." -Su voz sonó áspera y un poco sarcástica, como sonaba la mayor parte del tiempo, pero fué honesto.

"En fin, me despido, Ángel.
Tengo trabajo que hacer tentando algunos piratas." Enfatizando la última palabra y subiendo a un barco.

"Espero tu labor no me dé más trabajo a mí..." Aziraphale deseo con todas sus fuerzas.

 El mar, la tierra, el cielo y infierno. [AziraCrow&BlackBonnet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora