3

62 7 0
                                    

Y ahí estaba Crowley, despreocupado mientras veía desde el "nido" como mataban a todos.

Barbanegra lanzó una espada que golpeó la madera a un lado suyo, rozando su oreja.

"Cerca." -Levantó las cejas con sorpresa, pero sin miedo. Reconoció que el humano no tenía mala puntería, de milagro se salvó.

Decidió bajar, aún había sobrevivientes.

Esquivaba ataques y a la gente que lanzaban por el aire. Lo más cercano a estar en peligro fué tropezar con un cuerpo y casi caer, pero eso no mostraba debilidad, no exactamente.

Aunque fue gracioso verlo tratando de recuperar el equilibrio y maldiciendo en voz baja.
...

Crowley, el único sobreviviente, estaba ahí, de frente y erguido.

"¿Por qué no has peleado?" -Barbanegra preguntó curioso, señalando con una espada el cuello del demonio, el cual parecía tranquilo.

Honestamente, el pelirrojo estaba tenso, no precisamente por estar siendo amenazado, si no porque si lo mataban su plan de trabajar con el capitán estaría arruinado y tendría que idear otro. Eso le tomaría más tiempo, empezando por tener que buscar un nuevo barco ya que perdió uno en búsqueda del capitán Barbanegra.

Sin olvidar el papeleo en caso de morir y solicitar otro cuerpo.

Crowley enserio necesitaba unas "vacaciones" pronto.

"¿Yo? ¿Por qué debería pelear? No conozco a ninguno de estos hombres. Estoy aquí porque quiero hablar contigo." -Se dió cuenta de lo peligroso que sonó hablarle con tanta familiaridad y no con respeto.

Rápidamente corrigió.

"Escuché cosas muy interesantes sobre usted, capitán. No quiero seguir estando entre piratas mediocres. Me gustaría unirme a su tripulación, si no le molesta."

Sus expresiones variaban pero nunca hubo una que mostrará miedo u hostilidad.

"Ah, ¿de verdad?" -Le enojó verlo tan confiado, pero debía reconocer que tenía el valor suficiente como para hablarle así.

"Soy un hombre de muchas habilidades. Lo que necesite, puedo hacerlo. "

Barbanegra lo habría matado de no ser por lo peculiar que era el hombre.

Acostumbrado a ver que la gente saltaba por la borda antes de siquiera invadir el barco en el que estaban ya aburría al pirata experimentado.

"Tengamos una charla."

Y así, en resumen, la serpiente se unió a Barbanegra.

Crowley gritó victorioso...en su mente.

Podría pensar más tarde en como llenar las expectativas del capitán, por ahora, se iba a embriagar para festejar su logro.

 El mar, la tierra, el cielo y infierno. [AziraCrow&BlackBonnet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora