Capítulo 6: Admisión.

15 4 2
                                    

25 de Junio, año 2098

Zona montañosa, Observatorio Norte

¿Saben? Dentro de mí siempre hubo un eco que me decía -Estás en el lugar correcto- Eso mismo pude escuchar cuando llegué al observatorio acompañado de Jake, aquel amigo que fue el hermano que nunca tuve. Y a pesar de estar algo distantes jamás nos separamos... Extraño a Jake en estos momentos... Recuerdo que ese día la imponencia de aquella cúpula me hizo estremecerme un poco, pero de igual manera iba decidido a conseguir la bacante y deseaba que Jake también pudiese hacerlo. Debo confesar que por más que nos estuviésemos riendo en mi interior me preguntaba - ¿Él lo logrará o quizás yo? ¿Ambos? – La promesa de trabajar juntos era muy importante para él y para mí de igual manera, pero no iba a renunciar a mi sueño de estudiar las estrellas y los fenómenos del espacio solamente por cumplirle a mi amigo.

Si el fallaba ¿Realmente estaría dispuesto a darle la espalda? Era una decisión egoísta que no quería afrontar –Diablos Mike este sitio es gigante, mira cuanta gente hay.

Nuestra cara de asombro era notable y la cantidad de personas también – Y aún todavía no hemos entrado – Respondí. Apenas nos estábamos bajando del metro y nos sentíamos impactados por la increíble tecnología del lugar, ya estábamos acostumbrados a los robots y todo eso pues la isla artificial y más específicamente la Ciudad Odisea era muy "Lujosa" en ese aspecto.

Algo me mantenía un tanto preocupado - ¿Cómo se supone que encontraré a Vanessa en todo este lugar? – Eso dije en voz alta y Jake iba a opinar al respecto, pero la cantidad de gente por doquier, robots dando indicaciones y naves militares sobrevolando el lugar distrajeron sus palabras. El observatorio estaba en el centro de una colina, para llegar allí había que caminar por una de las cuatro escaleras ordenadas en sentido de los puntos cardinales y alrededor de estas nos encontrábamos perdidos en la inmensidad de las maravillas que podíamos ver - ¿Qué hora es? – Joder... Eso pensé cuando mi amigo preguntó la hora. Me arremangue la camisa abotonada que llevaba para ver la hora en mi reloj – Son las dos y treinta de la tarde... - No sé si era mi culpa el hecho de haber llegado a destiempo por confiarme o si quizás el viaje se nos hizo largo - ¡Corre Mike vamos atrasados! – Entonces Jake empezó a correr hacia las largas escaleras blancas y anchas que sostenían los cimientos del observatorio.

Su cara de susto me generó un sentimiento de culpa pues si quizás hubiese puesto un poco de interés para salir temprano de mi casa, solo quizás, ya estuviésemos dentro presentando el examen de admisión. Me lo pensé unos segundos para perseguirlo ya que estaba preocupado por Vanessa, pero no tenía más opción así que me eché a correr detrás de él.

Esas escaleras parecían no acabarse y nuestra condición física era decadente – Carajo, antes era más fácil – Dije al recordar los tiempos en los que jugábamos fútbol en la universidad y en las tardes íbamos al Gimnasio –Eso mismo pienso yo, tú solo corre- A Jake le costó mucho decir esa pequeña oración por lo cansado que iba. Además, había tanta gente de por medio que en ocasiones tuvimos que tropezar a algunos – Mierda... Vamos tú puedes... - Sentía que el corazón se me iba a salir del pecho – Mike ¡Apresúrate! – En ese instante me arrepentí de haberme dado tanto tiempo en la mañana.

Finalmente, cuando estábamos arriba nos lanzamos en el piso, subir escaleras no era tan sencillo si lo hacías corriendo a plena luz de día con una camisa abotonada y un pantalón ajustado – Levántate, ya estamos aquí- Jake no pensaba darse por vencido por lo cual me agarró del brazo y me llevó casi arrastrado, uno de los robots que se encontraban alrededor se acercó – Buenas tardes visitantes, les haré un chequeo para confirmar que estén bien – Del pecho de este ser tecnológico salió un algodón que secó el sudor de nuestras frentes y al hacer esto lo guardó en el mismo lugar del que salió y tras unos segundos en los cuales se quedó inmóvil exclamó – Usted joven de cabello castaño y ondulado, solo necesita descansar y pronto se sentirá mejor- Eso se lo dijo a Jake – Pero, usted joven de cabello negro, está experimentando una descompensación es recomendable ingerir azúcar para evitar el mareo. Haga más ejercicio e ingiera menos comida chatarra- Era interesante que con solo el sudor nos haya hecho un chequeo médico – Sí, sí quítate- En verdad las ganas que tenía mi amigo por llegar eran mayores que el cansancio.

Proyecto OdiseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora