이십 일 : veintiuno

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Estos últimos tres años no habían sido nada fáciles pero si especiales, como Sana diría

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Estos últimos tres años no habían sido nada fáciles pero si especiales, como Sana diría. Criar a dos bebés con horarios apretados y con noches sin dormir, era cansando. A veces Sana y Tzuyu pensaban que no podían más, pero luego veían sus hijos reirse de sus travesuras y suspiraban, sonriéndoles de vuelta.

Para el año siguiente que Eunwoo y Sullyoon llegaron, ellas decidieron retomar sus estudios. Tzuyu eligió mercadotecnia, porque le ayudaria a tener un buen puesto en la empresa de su tia-donde actualmente trabaja-, y también le gustaba. Sana decidió educación preescolar, porque bueno, adoraba a los niños. Sana trabaja como cajera en una estética, una de las mejores en Corea, asi que la paga era buena.

Hoy era un día muy caluroso, demasiado. Sana está sentanda en el sillón de su casa, con un bote de helado en sus manos. En el suelo están Sullyoon y Eunwoo. El niño sólo tiene su ropa interior puesta y Sullyoon un pañal, ellos tienen también un bote de helado y sus bocas y mejillas manchadas. Tzuyu estaba en el patio trasero haciendo algo que Sana desconocía.

—Mami —Eunwoo habla desde el suelo, limpiándose con su camiseta que está tirada a su lado—. Donde trabajas pintan cabellos, ¿verdad?

—Mmmh, si, lo hacen —Sana frunce su ceño—. ¿Por?

—Es que... quiero que me pinten el mío.

—¿Por qué, Wonnie? —Abre sus brazos y su hijo corre a ellos—. Tu tienes un cabello muy bonito.

—Pero ni mamá Tzu, Sully, ni tú lo tienen, el tuyo es más claro que el mio.

—Tampoco nadie tiene los ojos como Sullyoon, ¿o si?

—No, creo que no —niega—. ¿Eso qué tiene que ver?

—Significa que ustedes son especiales, amor.

—¿Eso es bueno? —Su nariz, pringada con unas cuántas pecas, se arruga.

—Mucho más que bueno —le besa la cabeza.

—¡Sullyoon, Eunwoo! —Tzuyu grita desde afuera.

Los dos niños atienden al llamado de su madre, corriendo con sonrisas en sus rostros.

—¡Una piscina! —Eunwoo abre la boca y Sullyoon chilla.

—¡Siii! —La más pequeña aplaude con sus pegajosas manos.

—¿De donde la sacaste?

—La robé —se ríe, viendo la cara de sus hijos.

Es una piscina inflable y pequeña, sólo para que ellos dos jugasen ahí. Sana sale, sonriendo de ver a sus pequeños felices.

—Mira, mami. Mamá nos consiguió una piscina —Eunwoo dice, entrando.

—¡Y la robó! —Ahora Sullyoon entra.

—¿Ah, si? —La castaña alza una ceja hacia la alfa— ¿Para mi no pudiste robar un anillo de diamantes o algo así?

—Poco a poco.

𝐕𝐄𝐍 𝐀𝐐𝐔𝐈, 𝐘 𝐀𝐌𝐀𝐌𝐄 ┇「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora