Harry Potter el ocupante ilegal

Capítulo 57

Harry subió por la escalera giratoria con una gran sonrisa en su rostro mientras permanecía felizmente quieto junto a la profesora Sprout, quien no parecía tan entusiasmada con toda la situación.

"¡Pomona! ¡Y el señor Potter!" El director declaró a su entrada. "Por favor, siéntense", suplicó amistosamente, como si estuviera perfectamente feliz y no tuviera nada más que hacer que entretenerlos un viernes por la noche, justo cuando llegaba el toque de queda. "¿Qué puedo hacer por ti?" preguntó.

"El señor Potter desea irse el fin de semana", dijo la profesora Sprout, sentándose en una de las sillas frente al escritorio. "Para cada fin de semana, de hecho".

Las pobladas cejas blancas del director se levantaron con sorpresa. "¿Oh? Esa es una petición bastante grande", dijo, volviendo su aguda mirada hacia el semidiós en cuestión. "¿Tal vez pregunto por qué?"

Harry asintió y por un momento consideró la idea de simplemente responder 'seguro'. Al darse cuenta rápidamente de que ser pedante no lo llevaría a ninguna parte, respondió la pregunta implícita en lugar de la formulada directamente. "Tengo tutores", explicó. "Y algunos de ellos piensan que la escuela, si bien vale la pena, no es una excusa para que dejen de darme clases particulares. Tengo la responsabilidad de continuar con mi educación externa con ellos... o se molestarían mucho".

"Ya veo," dijo el venerable director, estudiando a Harry por unos momentos. "Estoy seguro de que la querida Pomona ya te ha explicado que esto es, de hecho, un internado. Como tal, no podemos dejar que nuestros estudiantes se vayan a su aire".

Harry asintió. "También expliqué que los internados en el mundo no mágico no encarcelan a sus estudiantes y, de hecho, les permiten irse a casa el fin de semana".

"Una excelente observación, pero estamos en el mundo mágico", respondió Dumbledore con calma.

"De hecho," respondió Harry, con la misma calma. "Por lo tanto, estoy más que dispuesto a llamar a Hestia para que venga y hable contigo".

Dumbledore parecía divertido. "¿Y estás seguro de que tu tutor estaría de acuerdo contigo?"

"Por supuesto," dijo Harry con absoluta convicción. "Después de todo, fue ella quien me enseñó a viajar con fuego".

"Y, sin embargo, solo lo usaste una vez", reflexionó Dumbledore.

"La profesora Sprout me pidió que no lo hiciera. Me cae bien, así que la escuché", explicó Harry, sin sentir la necesidad de agregar por ahora .

"Lo que implica que puedes dejar de escuchar en cualquier momento", afirmó el director. "Ya veo." se quedó en silencio por unos momentos. "Harry," dijo, luego se detuvo. "¿Puedo llamarte Harry?"

La profesora Sprout parecía extrañamente divertida mientras se giraba hacia Harry.

"Claro", respondió Harry, luego fiel a su estilo, agregó, "¿cuál es tu nombre de pila?"

"Albus," respondió Dumbledore encantado. "Harry, realmente es una gran excepción lo que estás pidiendo. Y aunque estoy seguro de que podrías pedirle a tu tutor que venga aquí y nos convenza a los dos, también debemos tener en cuenta al resto de la escuela. Tener a alguien romper abiertamente las reglas podría ser muy perjudicial para la moral".

"Estoy seguro de que has oído que les he estado enseñando a todos en Hufflepuff. Y a Hermione de Gryffindor, Albus", dijo Harry, usando descaradamente el nombre del hombre. Dumbledore parecía encantado. La profesora Sprout no lo hizo. "Estoy seguro de que mis amigos entenderán que necesito aprender cosas nuevas si quiero seguir enseñándoles cosas nuevas".

"¿Y los otros estudiantes?" preguntó Albus.

Harry se encogió de hombros. "No me han pedido que les enseñe, no voy a obligar a la gente a aprender. Además, no soy codicioso, ¿por qué debería ser el único al que se le permite irse?"