Todo estaba descolocado. Había ropa y cajones por el suelo.
En la pared de la entrada había un trébol de cuatro hojas dibujado con grandes dimensiones.
No esperé más y aterrorizada, llamé a la policía.
-Departamente policial, dígame-dijo la voz de una mujer
-Escuche, alguien ha entrado en mi casa, está todo descolocado y han pintado un trébol de cuatro hojas. Por favor, vengan rápido
La mujer tardo en contestar, pero lo hizo con voz distinta.
-Bien, enseguida llegamos
La llamada se cortó.
Me puse a ver el desastre que había con lágrimas en los ojos y recordé a la chicha muerta. Tenía un trébol de cuatro hojas en la mano.
Me asusté y lloré más. ¿Y si era la nueva víctima del asesino?