Emborracharse No Siempre Ayuda A Olvidar (Parte 2)

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Despertaste a las tres de la tarde del día siguiente, entre medio de dos machos desnudos.

La cabeza se te partía, sin mencionar que te dolía cada mísera parte de tu jodido cuerpo.

Te enderezaste, saliendo lentamente de tu letargo.

Ni siquiera recordabas en donde rayos estabas, pero si recordabas perfectamente a los chicos a tu lado.

Cómo olvidarlos? habían sido el mejor polvo de toda tu vida, el pelirrojo por supuesto era el Dios supremo, pero el moreno no se quedaba atrás, tal vez un poco mas rudo en el trato, pero sabía perfectamente como dar placer a una mujer.

Te muerdes el labio al recordar las veces que te corriste con ellos en tu interior. Toda una hazaña!

Ya ni siquiera importaba el hecho de que pillaste a tu novio cogiendo con tu mejor amiga el día anterior.

Estaba todo olvidado! tal vez ya era tiempo de romper y salir con otras personas.

El universo te estaba mandando una señal.

Te moviste con cuidado para dejar la cama, intentando no despertar a los hombres, pero no alcanzaste a moverte demasiado cuando unos brazos fuertes te rodearon.

- A donde vas cariño?... aún es muy temprano para que escapes... ~ dice el hombre pelirrojo con sopor, mientras sus pálidos brazos te atrapan y te dejan de espaldas sobre su pecho, regresándote a tu posición inicial.

- Debo irme Hisoka, tengo una vida que atender! - protestas falsamente para que te suelte.

- Ustedes dos!; podrían follar en silencio? quiero dormir un poco más! - el hombre de pelo largo se queja con voz somnolienta y esconde por completo su cabeza debajo de las tapas. No tienes idea de como rayos respira allí.

- No estamos follando!! - le gritas indignada.

- Pero... Illumi me a leído la mente mi amor, necesito una mañanera! mira lo grande que se ha puesto sólo por escuchar tu voz! - Hisoka jadea, restregándose contra tu trasero desnudo - Lo sientes? ~

- Hisoka no puedo, debo irme! tengo trabajo... - te quejas. Sin embargo, estas mintiendo, no tienes trabajo. Eres un cazador de especies raras y no tienes exploración en terreno hasta cinco días más. Aunque en rigor debías entregar un informe hoy sobre algunas especies en peligro en el Desierto de Gordeau, no tienes pensado aparecerte por tu oficina. No quieres ver la cara de tu traicionera amiga aún. Y aquel informe bien podría ser entregado al día siguiente. Pero en serio necesitas salir de esta cama del pecado, darte una buena ducha e ingerir varias cápsulas de ibuprofeno.

- Vamos Y/N chan, no puedes dejarme así... ~ el tono necesitado de Hisoka, comienza a prender algo salvaje en ti. No quieres parecer débil, pero todas sus atenciones te hacen pensar en que tal vez podrías aguantar una última ronda de despedida.

Cerraste los ojos disfrutando de sus manos arrastrándose por tu piel y fue todo para que terminarás por acceder.

- Tal vez... tenga un poco de tiempo para algo rapii-

No alcanzaste a terminar tu oración, cuando Hisoka se estaba metiendo profundo entre tus pliegues.

- Que buena chica ~

El menor consentimiento y tu cuerpo empezó a ser golpeado. Ahora no podías detener tus gemidos.

De pronto Illumi sacó la cabeza de las tapas y te miraba hipnotizado. No podía dejar de ver como tu cuerpo se tensaba, como tus pechos se movían con el vigoroso embiste de su amigo, como tu respiración se atascaba en tu garganta y tu boca entreabierta exhalaba música para sus oídos.

Hisoka One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora