Hisoka One Shots

Nada es lo que Parece (Hisoillu x Lector) Parte 2

Finalmente encontraste valor y abriste la cortina.

Hisoka estaba enterrado profundo en Illumi, mientras el chorro de agua caliente bañaba sus cuerpos perfectos.

Tú corazón galopaba furioso contra tu pecho, tus mejillas ardían y tu corazón dolía como si un enorme cuchillo lo hubiese atravesado.

Una mezcla entre celos y decepción nublaba tu mente.

Hisoka te miró seductoramente como si nada raro estuviese pasando, sin embargo Illumi parecía avergonzado por tu presencia.

- Te unes cariño? ~ dijo con palabras de miel el pelirrojo

No sabes como reaccionar ni que decir, solo quieres huir.

- L-lo siento tanto... yo... yo no sabía que... ustedes... - tropiezas como una idiota con tus palabras.

Te disculpas, roja como un tomate y con el corazón frenético sales del baño.

Sientes el impulso de largarte de su habitación por que te sientes traicionada como el infierno pero aún no sabes si deberías irte, no quieres perderlo y tampoco quieres que piense que estas molesta, aunque lo estés.

Sabes lo voluble que es y si lo hartas... sabes que te desechará y conseguirá a alguien mas.

Finalmente contra todo te quedas.

Odias tanto a Illumi que lo quieres muerto. Por qué se entrometía entre ustedes? Hisoka era tuyo... y desde cuando venían haciendo todo esto?

Te haces un ovillo en su cama, en el extremo mas alejado de esta.

Escuchas a Illumi despedirse luego de un rato.

Hisoka se acuesta a tu lado y se  envuelve como un pulpo a tu alrededor, finges dormir e intentas relajarte, pero como era de esperarse no funciona y no pudiste cerrar un ojo en lo quedaba de noche.

Ese día te levantaste temprano. Tomaste tus cosas y te largaste de su habitación sin hacer ruido. Hablar sobre lo que pasó con Illumi, era una charla que no querías tener.

Estabas buscando trabajo de cazador así es que tenías algunas entrevistas que atender. Pero lamentablemente nadie te contrato.

Volviste a casa derrotada. 

Sentiste tu teléfono sonar y sabías que era él, lo habías evitado todo el día, no querías oír su voz o te desmoronarías y eso era algo para lo que no estabas preparada, jamás lloraste frente a alguien y no comenzarías ahora.

Debías alejarte, sin que presintiera que algo andaba mal, sólo de una forma casual. Necesitabas tiempo para pensar en todo esto.

Cuando Hisoka llamó por cuarta vez, estuviste preparada, sonaste alegre al teléfono y mentiste, le dijiste que te habían contratado y que estarías fuera del país por dos semanas, así es que no podrías ir a visitarlo. 

Lo oíste en su voz... no podía importarle menos, finalmente comprendiste que no eras mas que un pasatiempo del que se acordaba cuando estaba aburrido.

Lloraste por tres días seguidos, lo extrañabas tanto, en serio lo amabas, Por qué rayos no podía ser reciproco? te preguntabas una y otra vez, sabiendo perfectamente la respuesta. No lo era porque ese maldito Zoldyck apareció moviendo su cola bien formada y te lo arrebató, después de todo, cómo podrías competir contra él? Illumi era todo lo que tu no eras; fuerte, hermoso y exitoso y lo que era peor soportaba grandes cantidades de dolor, lo que lo hacía perfecto en la cama para un sádico como Hisoka. Lloraste más al comprender que hacían la pareja perfecta.