The Boys of summer - Steddie

Capitulo 3: En donde Eddie Munson juega D&D

Un par de semanas más tarde, Steve y Eddie estaban descansando en el sofá después de que Steve llegara a casa del trabajo, y este estuviera sometiendo a Eddie para que mirara Regreso al futuro por millonésima vez, y el sonido del teléfono retumbó en la casa. No mucha gente llama a la casa de Harrington, aparte de la gente del gobierno que revisaba el estado de Eddie o los vendedores por teléfono, pero era demasiado tarde para que cualquiera de esas opciones fuera posible. La respiración de Eddie comenzó a acelerarse al pensar en todas las posibilidades de lo que podría ser esta llamada telefónica. Steve lo miró con ojos dulces y puso una mano reconfortante en su muslo. Luego, la respiración de Eddie se aceleró por otra razón.

Steve dejó sonar el teléfono para que fuera directo al contestador automático. El teléfono volvió a sonar y Steve lo dejó seguir. Cuando sonó por tercera vez, Steve finalmente se levantó y resopló: -Debe ser Henderson, el pequeño demonio no es más que persistente-.

Steve contestó el teléfono con un molesto -¿Hola?- Eddie trató de equilibrar su respiración mientras escuchaba fragmentos de la conversación desde donde se encontraba Steve.

-Eres un poco molesto, ¿lo sabías? Si, vale. Ugh, bien, sí, ¿y puedes venir hasta aquí en vez de llamar de una manera tan alarmante? Maldita sea, casi se me cae el pesgueso, Henderson. Bueno. Bueno. Sí, sí, sí, de nada- Eddie caminó hacia donde Steve estaba hablando por teléfono, y Steve señaló el teléfono e hizo un gesto con la mano de "bla, bla, bla" donde Dustin presumiblemente estaba en un monólogo. Eddie sonrió y casi se echó a reír antes de darse cuenta de que debería guardar silencio por si acaso.

-Sí, lo sé, soy la mejor persona del mundo y estás muy agradecido; ¿Algo más que quieras decir?- Steve hizo una pausa y Eddie pudo escuchar a Dustin decir: -No, imbécil, solo asegúrate de que nuestro amigo el cual esta siendo buscado por todo hawkins conozca el plan. A y te odio-.

Steve se río ante esto. Eddie nunca pensó que describiría la risa de alguien como atractiva, pero de alguna manera, Steve Harrington una vez más ha cumplido los requisitos. La risa es melódica, profunda y real. Le recuerda a Eddie que queda algo bueno en el mundo.

-Me adoras, Henderson. Te veré mañana-. Steve colgó el teléfono y se volvió hacia Eddie. -No sé por qué los niños me piden cosas en el último segundo. De todos modos, no puedo decirles que no-.

-Entonces, ¿de qué se trataba?- preguntó Eddie.

- Piojito Junior y el resto de parásitos quieren jugar su estúpido juego de nerds y te extrañan, así que quizás sugerí que trajeran sus cosas aquí para que puedas jugar con ellos-. Steve se pasó una mano por el pelo y fue al frigorífico.

Te extrañan, te extrañan, te extrañan, esa palabra estaba dando vueltas en su mente, y antes de que Eddie pudiera detenerse, abrazó a Steve por detrás, pero lo rompió cuando sintió lo rígido que se había puesto Steve.

-Ehmm lo siento- murmuró Eddie. -Eso fue realmente amable de tu parte-.

Steve giró los hombros y se relajó visiblemente, aún de espaldas a Eddie. -No hay problema, amigo- dijo Steve en voz baja. Se dio la vuelta y cerró la puerta de la nevera. Eddie estaba confundido cuando vio un ligero rubor en las mejillas de Steve, pero lo atribuyó al frío del refrigerador.

-Espera un momento, tengo que hacer una llamada- dijo Steve, levantando su dedo índice y marcando el teléfono. Eddie lo escuchó sonar y una voz ronca pero femenina contestó el teléfono.

-Oye Rob, ¿estás libre mañana?. Los pequeños monstruos van a jugar su juego aquí y necesito un equipo de apoyo-. Steve se mordió el labio y jugó con el cable del teléfono mientras esperaba la respuesta de Robin. Eddie quería colgar el teléfono, empujar al hombre contra la pared y besarlo sin sentido. Era tan jodidamente lindo. ¿Cómo es que Eddie no se dio cuenta antes de lo adorable que era Steve Harrington?