Capitulo IX

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Guiado por su determinación, JunXiang se embarcó en una búsqueda, siguiendo su instinto mientras se precipitaba hacia el Salón de los Ancianos. Su corazón latía con urgencia mientras recorría los pasillos del reino protegido, dirigiéndose hacia el lugar donde se resguardaban los conocimientos ancestrales.

Entre los antiguos pergaminos y artefactos, JunXiang encontró una inscripción olvidada, una clave que podría desencadenar un poder oculto que necesitaba desesperadamente. Sus ojos recorrieron las palabras talladas en la piedra con determinación, y comprendió que esta inscripción podía ser la clave para salvar a sus amigos, los elementales.

Días se convirtieron en semanas, y semanas en meses, mientras JunXiang luchaba valientemente contra las hordas enemigas. Se enfrentaron a emboscadas astutas y enfrentamientos feroces, pero con la inscripción como su única arma, dirigió a los soldados del reino lejano con estrategias hábiles y tácticas audaces. Cada movimiento estaba calculado, cada ataque precisamente ejecutado en su feroz lucha por la supervivencia.

Cuando llegó al punto de encuentro, vio a los elementales en un estado aún más crítico. Sin perder tiempo, utilizó el poder del Orbe con la inscripción para restaurar lentamente su energía espiritual. Uno a uno, los elementales comenzaron a recuperarse, sus rostros palidecidos recuperando el color y su vitalidad volviendo.

La batalla se prolongó durante casi un año, con JunXiang y sus aliados luchando sin descanso. Cada victoria tenía un alto costo, y las pérdidas eran dolorosas. A medida que los meses pasaban, JunXiang se encontraba agotado pero determinado, su corazón lleno de dolor por cada vida perdida.

Durante un breve respiro en la batalla, sintió una extraña corriente de energía proveniente de una antigua cueva cercana. Con habilidad y rapidez, JunXiang movilizó a algunos supervivientes mientras él y los elementales, con apenas un poco de energía vital restante, decidieron usar el sello ilusorio para escapar. Solo quedaban así unos pocos demonios y un general enemigo en camino.

En lo profundo de la cueva, JunXiang sintió el llamado de un arma antigua. Era una sensación ancestral, una conexión con un poder que se había mantenido oculto durante eones. Al seguir el llamado, encontraron el portón astral que, según textos y glifos antiguos, requería cinco núcleos para ser abierto.

Con determinación, canalizaron su última ráfaga de conciencia en esta tarea monumental. La sincronía del destino y la voluntad de los cinco guerreros crearon una armonía que permitió abrir el sello, revelando un resplandor deslumbrante liberando una explosión de energía que reverberó por todo el reino.

Con pesar en el corazón, JunXiang dirigió su mirada al portón astral que finalmente se cerraba. Sabía que la victoria había llegado a un alto precio, pero también comprendía que su sacrificio había preservado la paz en los reinos.

— ¿JunXiang, estás seguro de esto? —preguntó Seraphina, su voz tranquila pero llena de preocupación.

— Lo estoy —respondió JunXiang con determinación—. No podemos permitir que estas fuerzas amenacen nuestro reino y a quienes amamos.

Tras el desgarrador esfuerzo, la energía liberada creó una explosión que iluminó la cueva y se extendió por todo el reino. A medida que el sello se desvanecía en una cascada de luz, JunXiang y los elementales se miraron mutuamente, sus ojos llenos de tristeza y al mismo tiempo de paz.

— Lo hemos logrado —susurró Aeliana, la elemental del agua, con voz temblorosa pero llena de gratitud.

— Gracias por guiar nuestros espíritus hacia la libertad —agregó Faelan, el elemental del fuego, con un tono sereno pero lleno de aprecio.

La conexión entre ellos se desvaneció lentamente mientras se separaban del círculo. JunXiang se arrodilló, sintiendo el peso del sacrificio y la pérdida en su corazón. Sabía que sus amigos elementales ahora estaban verdaderamente en paz, y él, a pesar de la tristeza, encontró consuelo en eso.

— Descansen en paz, mis amigos —susurró, una lágrima solitaria cayendo por su mejilla—. Su valentía iluminará siempre nuestro camino. Y yo, seguiré luchando en vuestro honor. —

Con las cuchillas celestiales flotando entre sus manos y la memoria de sus amigos en su corazón, JunXiang se preparó para enfrentar el futuro. Era un ser transformado, con un destino que trascendía los límites de su comprensión. A medida que el día nacía sobre el reino protegido, JunXiang avanzó hacia un nuevo amanecer, listo para enfrentar los desafíos y las revelaciones que el multiverso tenía reservados para él.

Cefiro de otoño VOL. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora