Cefiro de otoño VOL. 1

Capitulo VIII

Mientras JunXiang y Xiu Yin vivían su amor bajo la luz de la luna, sus amigos, los elementales, se encontraban en una situación crucial en otro rincón del reino protegido. El destino los había llamado a ser protectores de un reino lejano y habían asumido la responsabilidad de ser guardianes de un portón que encerraba un arma de poder inimaginable, un arma que los humanos no podían controlar.

Los días pasaban en una tensión constante mientras los elementales defendían el portón y aseguraban que ningún ser malévolo se apoderara del arma que yacía dentro. Su tarea era vital, y su determinación era inquebrantable. Sin embargo, la carga de su deber comenzaba a pesar sobre ellos, amenazando con agotar sus fuerzas y su energía espiritual.

En un día en que los cielos estaban oscurecidos por nubes de tormenta, JunXiang percibió una perturbación en la energía cósmica. Un escalofrío recorrió su columna vertebral, y su mente se llenó de preocupación. Mientras luchaban contra los demonios, JunXiang se dio cuenta de que algo estaba sucediendo en el lugar donde sus amigos eran guardianes.

Con un nudo en la garganta, JunXiang se volvió hacia Xiu Yin. "Amor mío, algo no está bien. Siento una urgencia en mi corazón, como si nuestros amigos estuvieran en peligro. Debo ir a su encuentro y ayudarlos."

Xiu Yin asintió con comprensión, su mirada reflejando su confianza en JunXiang. "Ve, mi amor. Protege a tus amigos y asegúrate de que estén a salvo. Yo estaré aquí esperando por ti."

Sin más palabras, JunXiang concentró su energía y se teletransportó hacia el lugar donde sus amigos se encontraban. La escena que se desplegó ante sus ojos lo llenó de preocupación y angustia. Los elementales estaban agotados y al borde de la rendición, su energía espiritual drenada por el esfuerzo de mantener el portón sellado.

"¡JunXiang!", exclamó uno de los elementales con debilidad, su voz apenas un susurro. "Estamos en apuros. El arma dentro del portón es peligrosa, y el sello que lo mantiene cerrado está a punto de colapsar. No podemos mantenerlo por mucho tiempo más."

JunXiang sintió la urgencia en el aire, y su corazón latió con determinación. "Debemos actuar rápido. Déjenme ayudarlos."

Los elementales compartieron un intercambio de miradas y asintieron. Juntos, canalizaron su energía espiritual y la de JunXiang para fortalecer el sello. La tensión en el aire era palpable mientras luchaban contra el colapso inminente.

Finalmente, con un esfuerzo conjunto que resonó a través del cosmos, lograron reforzar el sello y estabilizar el portón. Sin embargo, el precio era evidente en los rostros agotados de los elementales. Respiraron con dificultad, sus fuerzas agotadas por el sacrificio que habían hecho.

"Lo hemos logrado", susurró JunXiang, su voz llena de alivio pero también de preocupación. "Pero el costo ha sido alto. Vuestra energía espiritual... ¿cómo podéis recuperarla?"

Uno de los elementales se volvió hacia JunXiang, su mirada llena de gratitud y tristeza. "Para fortalecer el sello, tuvimos que usar nuestra propia energía espiritual como combustible. Ahora, estamos en un estado crítico. No tenemos mucho tiempo."

La gravedad de la situación pesaba en el corazón de JunXiang. Sus amigos habían dado todo por proteger el reino y sellar el arma peligrosa. Pero ahora, estaban en peligro. Sin dudarlo, JunXiang tomó una decisión.

"Quedense aquí y descansar", les dijo con determinación. "Volveré con ayuda y encontraré una manera de restaurar vuestra energía espiritual. No estáis solos en esto."

Con un último vistazo a sus amigos, JunXiang activó su teletransportación y regresó junto a XiuYin. La preocupación en su rostro no pasó desapercibida para ella.

"Lo que sea que estés pensando, JunXiang, estoy contigo", dijo Xiu Yin con suavidad, su mano encontrando la suya en un gesto de apoyo.

JunXiang asintió con gratitud, sus ojos reflejando su determinación. "Salvaré a mis camaradas, Xiu Yin. Pero necesitaré tu ayuda y tu comprensión. Esta será una travesía peligrosa; quédate en el reino protegido, el temor a perderte no podría permitirmelo."

La luna brillaba en el cielo, una presencia silenciosa que parecía alentarlo en su resolución. Bajo su luz, JunXiang y Xiu Yin compartieron un abrazo íntimo y significativo, sellando su compromiso de enfrentar el futuro juntos, sin importar las dificultades que pudieran surgir en su camino.