Capítulo 19

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-- Creí que no fuera posible sentir nada más tan intenso por ti! -- Lisa dijo cerca de mi oído mientras acariciaba mis cabellos. Yo estaba acostada sobre su pecho de espalda para ella. Estábamos en el sofá de la sala de su apartamento cerca de la ventana.

Así que salí del edificio de la empresa, la llamé a los llantos. Lisa prontamente me mandó ir directo para su apartamento.

-- Que quieres decir? -- pregunté volviéndome para ella, mis ojos aún hinchados.

Acarició mi rostro con tanta ternura que me emocionó:

-- Admiración -- fue todo lo que dijo antes de besar mis labios delicadamente.

"Como podría vivir sin aquella mujer?"

Ella tenía el poder de dejarme en paz, una paz absoluta y verdadera. En el mismo instante, todo el resto perdió la importancia. Al lado de ella yo era capaz de enfrentar todo, nada era difícil.

Sonreí y acurruqué mi rostro en su hombro, sintiendo la textura de su cuello liso y suave.

-- Admiras una mujer arruinada, desheredada y a partir de ahora desempleada? -- intenté bromear en un tono triste.

-- Exacto -- dijo animada abrazando mi cuerpo como un bebé. - De ahora en adelante, yo soy el jefe de la familia, a fin de cuentas, voy a mantenerte, entonces...

No la dejé completar la frase, agarré su cuello y la besé con pasión.

Pasé la semana con ella. Era la primera vez que yo me veía siendo una ama de casa, literalmente. Lisa despertaba temprano y después de incontables tentativas de dejar la cama, yo finalmente la liberaba de mis brazos, y ella iba para la clínica.

Necesitaba pensar en lo que haría, y entonces, durante el tiempo que quedaba en el apartamento, intentaba organizarlo.

La primera vez que Lisa llegó en casa y me vio con los cabellos preso de manera relajada en lo alto de la cabeza, con un paño en una mano y un lustra muebles en la otra, usando un mini shorts azul de ella y un top de gym, creí que ella nunca más pararía de reír. A fin de cuentas, hasta yo reía de mi apariencia, nada que ver con la poderosa Sra. Kim.

Hacíamos amor todo el tiempo, y a veces era necesario que yo peleara con mis pensamientos, intentando concentrarme en mis próximos pasos acerca de mi padre.

Era un asunto inacabado, necesitaba resolver.

Sabía que él estaba cazándome, como a un animal, por la ciudad. Desconfiaba hasta que ya supiera donde yo estaba. Eso me dejaba preocupada, su silencio era una cuestión de tiempo.

En un pestañear de ojos la semana pasó, y en la mañana de sábado, fuimos sorprendidas por una visita inesperada. Para mí, al menos.

-- Mamá! -- oí Lisa gritar en la sala.

Me encogí entre las sábanas.

"Yo le dije para no atender la puerta!"

Volé de la cama y corrí para el cuarto de baño.

Media hora después, aún peinaba el pelo frente al espejo. Sentía vergüenza de su mamá.

Entonces, Lisa apareció en la puerta:

-- Todo bien contigo? -- preguntó cruzando los brazos y recostándose en la puerta.

-- Creo que... Que voy a quedar aquí hasta... Tu mamá ir, yo...

Lisa rió. Se aproximó y me abrazó por atrás. Nos encaramos a través del espejo.

-- Ya dije que te amo hoy, mi nini?

Su pregunta llenó mi pecho y relajó mi cuerpo.

-- Quiero oírlo de nuevo -- pedí.

Giró mi cuerpo, y me encaró:

-- Yo te amo, nini. Amo esa tu carita avergonzada y tímida que estás haciendo ahora -- besó mis labios con intensidad y entonces continuó: -- Lista?

Suspiré.

-- Lista -- respondí sonriendo.

Agarró mi mano y fuimos para la sala.

Clara estaba dando vueltas en la pequeña cocina cogiendo cosas y girando para todos los lados:

-- No encuentro nada en ésta casa -- decía ella para sí misma.

Lisa rió:

-- Como puedes ser tan gruñona, ma!?

Clara se volteó asustada, pero al mirar para las dos, vi una sonrisa luminosa inundar su rostro:

-- Ni creo que estás aquí, hija!

Entonces, ella vino hacía mí, y sin ceremonia, me abrazó afectuosamente.

-- Ahora estoy realmente feliz.

Un amor por Encargo | JENLISA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora