Era su día de descanso cuando Masie decidió ir con Lucas a la playa tal y como lo había prometido; después del susto con las fresas y que todo estuviera bajo control, había querido consentirlo y dejar pasar el mal rato que vivieron en ese momento.
Estaban saliendo de la calzada, Lucas llevaba una pequeña mochila en su espalda con algunas cosas necesarias en caso de que quisiera entrar al agua a mojarse los pies, sabía que su hijo era muy quisquilloso y no podría negarle el que disfrutara de la experiencia, mientras que ella cargaba un bolso con sus pertenencias y algunas cosas extras que consideró necesarias como el bloqueador solar, toallas y una pequeña sombrilla.
—¿Ya tienes todo? No quiero que cuando lleguemos nos falte algo y no podamos hacer lo que queremos hacer en la playa.—Comprobó por última vez ambos bolsos y asintió para sí misma, deteniéndose de golpe cuando vió un auto conocido estacionarse.
Cayden bajó del automóvil apartando sus gafas de aviador hacía atrás, apartando el cabello de su rostro. Consigo traía una pequeña bolsa de regalo y sonrió tan pronto como los vio afuera, apresurándose en su encuentro pero no sin antes darle una mirada rápida a Masie. Y es que a sus ojos no habían pasado los años como realmente lo fueron, con aquel vestido veraniego de estampado floral amarillo con blanco, su cabello peinado de forma ondular cayendo sobre sus hombros y un par de gafas sobre su escote, formando firmeza en los lugares indicados y que tanto había admirado en sus tiempos. Aclaró su garganta cuando estuvieron frente a frente y sonrió.
—Hey, ¿Cómo te sientes ya, hombrecito?—Acarició el cabello de Lucas con naturalidad, haciendo al niño sonreír.
—Mejor, ¡Iremos a la playa!—Cuando lo mencionó, Masie se atragantó con su saliva al no esperar que revelara su destino y apartó la mirada.
—Oh, ¿En serio? Eso está genial, es un día perfecto para ir a visitarla.
—¿Qué haces aquí? Hoy no íbamos a trabajar con el proyecto.—Cuestionó con sorpresa, aún sorprendida de verlo ahí.
—Ya no pude saber sobre la salud de Lucas, pero viendo que regresaste a trabajar pensé que todo estaba mejor, así que quería traerle un regalo por su mejoría, espero que no te incomode o te moleste.—Señaló la bolsa de regalo a su costado y mostró una sonrisa apenada.
—Oh, eso es muy lindo de tu parte, pero no era necesario, no quisiera llenarte de molestias ya que ese día me ayudaste mucho.—Sonrió algo desconcertada, sin saber cómo reaccionar ni qué decir.
—No fue ninguna molestia, lo hice por voluntad propia.—Hizo un gesto desinteresado con su mano y tendió la bolsa en su dirección.—Espero que le guste, no sabía que regalarle exactamente.
Aceptó la bolsa y la colgó sobre su muñeca.—¿Cómo se dice, cariño?
—¡Gracias!—Chilló el niño emocionado y abrazó su pierna, sorprendiéndolos a los dos.
No supieron como reaccionar al primer momento, por lo que Cayden solo se limitó a acariciar su cabello con un aura brillante, tenerlo cerca lo hacía sentir bien. Lucas desprendía felicidad e inocencia, y solo quería protegerlo y mantener a su lado.
—¿Quieres ir a la playa con nosotros?—Cuando Lucas cuestionó, todo se tornó silencioso.
—No, Lucas... no puedes hacer ese tipo de preguntas, él puede tener cosas importantes que hacer.—Agarró el hombro de su hijo para apartarlo, nerviosa ante su pregunta y esperando una respuesta negativa.
—Si no tienen ningún inconveniente de qué me una, me gustaría acompañarlos.
Bien, nada salía como quería.—Uh, si quieres puedes venir, solo que tenemos contemplado ir en autobus ya que nos deja muy cerca de ahí.
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➵ Love never felt so good ✓
Teen FictionPorque la idea de alejarse y no revelar su embarazo parecía mucho menos complicado que confesarlo y esperar una reacción negativa. Inicio: 10/Sep/2022. Fin: 15/Oct/2022.