Ya nada volverá a ser igual.
𝗨n virus mortal surge en la
población de Seúl repentinamente
y más tarde se expande al
mundo entero.
Y es justo ahí cuando SeokJin y
JiMin encuentran a alguien q...
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El sonido de las alarmas se hizo presente en el Laboratorio KW8N.
—Doctor, tenemos una emergencia.—
—¿Por qué están sonando las alarmas? ¿Ahora qué hicieron, Hwang?—
Un hombre de mediana edad preguntaba con enojo a uno de sus asistentes qué estaba sucediendo para que sonaran las alarmas cuando normalmente nunca sucedían anomalías en su laboratorio.
—El sujeto que nos pidió para el experimento, doctor. Lo han traído.—
El doctor Kwon abrió de más los ojos y emocionado dijo —Llevenme con él. Necesito ver si es como lo pedí.—
Caminaron por varios pasillos mientras las alarmas seguían sonando indicando a los laboratoristas que debían ir inmediatamente a la sala especial para el nuevo experimento que iban a preparar.
Al entrar, encontraron a un muchacho pelinegro tirado en el piso inconsciente. Vestía unos jeans, una camisa blanca acompañada de un suéter amarillo y azul y sus zapatillas blancas, además de una mochila que estaba tirada a lado de él.
Su rostro se miraba sereno, como si no hubiera forcejeado minutos atrás con otra persona antes de que lo drogara y secuestrara.
Una sonrisa llena de maldad se asomó por el rostro del hombre de mediana edad, era perfecto para todos los planes que tenía en mente.
—Es perfecto. Desháganse de sus pertenencias y pónganlo cómodo. Quiero que cuando despierte inmediatamente empiecen el proceso.—
Hicieron caso y levantaron al pelinegro para encadenarlo a una silla y tomaron la mochila para llevarla a quemar así como trasculcaron en sus bolsillos y le dieron a Kwon la cartera con la identificación del pobre muchacho.
—Doctor, no encontramos su celular. Al parecer se le cayó al sujeto antes de que lo trajeran aquí. Pero aquí está su cartera con su identificación.—
El hombre gruñó, no podía creer lo incompetentes que eran como para haber perdido un celular. Pero no le daría importancia, eso no sería prueba suficiente como para que la policía asumiera que estaba aquí.
—Ya da igual. A ver su cartera.—
Miró con desagrado la fotografía que tenía con otros dos chicos que se asemejaban a su edad.
También vio ahí una cantidad de dinero no muy grande, pero que se quedaría aún así.
Por último vio las tarjetas, encontrando la identificación del joven.
"Jeon JungKook."
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