Ya nada volverá a ser igual.
𝗨n virus mortal surge en la
población de Seúl repentinamente
y más tarde se expande al
mundo entero.
Y es justo ahí cuando SeokJin y
JiMin encuentran a alguien q...
Minutos después de salir de aquella sangrienta escena, los dos jóvenes seguían al azabache, quien no parecía querer iniciar la conversación.
Finalmente, JiMin rompió el silencio —¿A dónde vamos?—
El azabache detuvo su caminar, haciendo que los otros que iban detrás de él se detuvieran también. Se volteó para verlos.
—Lejos. No sé si aún no sean conscientes de lo que acaba de pasar, pero si no huimos pronto, todos ustedes van a convertirse en esas cosas. Hay un escondite a 3 horas de aquí, a las afueras de Seúl.— respondió con el mismo tono frío con el que les había hablado minutos atrás.
—Mi madre.— SeokJin murmuró dándose cuenta —Necesito ir con mi madre, no puedo dejarla sola.— dijo angustiado y el otro pelinegro alzó una ceja.
—¿Vive muy lejos de aquí?—
—No. Vivimos a un par de calles hacia el sur. Por favor, ella es lo único que tengo.— dijo con súplica.
El azabache rodó los ojos. —Bien. Pero al primer síntoma que cualquiera de ustedes tenga,— los apuntó con su arma —les vuelo la cabeza a todos.
Ambos jóvenes asintieron nerviosos y dicho esto, SeokJin empezó a caminar esta vez frente a todos en dirección a su casa y los demás lo siguieron.
—Soy Jung HoSeok.— dijo de repente el pelinegro mientras caminaban.
—Soy Kim SeokJin.—
—Me llamo Park JiMin. —
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Madre.— dijo SeokJin en voz alta cuando abrió la puerta —Tenemos que hablar. Es muy importante.— decía mientras los demás iban entrando, pero al parecer nadie respondió —¿Madre?
Fue adentrándose a pasos lentos a la sala, donde escuchaba dos voces discutiendo.
—Señora Jeon, le he dicho ya varias veces que el cierre del caso no depende de mí. Créame que yo quisiera seguir investigando el paradero de su hijo y hacer justicia pero ya se me asignaron otros casos.— decía el oficial de policía con un tono cansado.
—No pienso rendirme, yo sé que mi hijo no está muerto.— respondió entre lágrimas —Yo lo sé, lo siento. Mi JungKookie sigue vivo.
—Mamá...— SeokJin interrumpió la discusión —Siento interrumpir, pero ya no podemos estar aquí, no es seguro.
—¿Qué?– preguntó ChaeSoo dejando de llorar.
—Tenemos que irnos mamá, no hay tiempo de explicar. Sólo agarra tus cosas más importantes y vámonos.— el pelinegro iba a retirarse a tomar sus pertenencias más importantes junto con Park, quien ya se había adelantado a tomar varios alimentos enlatados y guardarlos para más adelante, pero fue interrumpido.
