Una antología [colección de obras independientes copiladas en un solo libro] sobre el BajiTora (Keisuke Baji x Kazutora Hanemiya)
~~ Índice ~~
1. Kazutora days (14/09 - 16/09)
2. Halloween Activity (30/10 - 31/10)
3. Baji days (01/11 - 03/11)
4. Baj...
Día 3 (14/12) - Age Difference & Drunk Sex (Diferencia de edad & sexo borrachos)
Advertencias: Top!Kazutora; Bottom!Baji; Diferencia de edad significativa; Mención a alcohol; Dinámica de poder (idk); Pareja mencionada: HanFuyu (Shuji Hanma x Chifuyu Matsuno).
Probablemente esto termine convirtiéndose en una historia separada y completa, pero no cuenten con ello, nunca cumplo lo que prometo.
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Kazutora Hanemiya estaba orgulloso de su estudio de tatuajes, era todo lo que siempre había soñado y más.
Estudió diseño e ilustración en la universidad, a la edad de 25 años se graduó y alquiló un minúsculo local en un centro comercial. Desde entonces fue avanzando y avanzando, hablando con personas, creando conexiones, mostrando su trabajo a quien se le pusiera enfrente...
Pronto no pudo dar abasto él solo con la clientela, por lo que tuvo que contratar ayudantes y otros artistas que se ocuparan de otros clientes. Un día descubrió que una de sus nuevas empleadas sabía hacer perforaciones, y convirtió eso en un agregado más a su tienda, ahora teniendo 3 expertos en su local.
El tiempo pasó y ahora, a sus 40 años, era el dueño de "Tiger Ink Studio", un establecimiento más bien grande ubicado en una de las zonas más concurridas de la ciudad.
—Señor Hanemiya, tiene un cliente dentro de una hora, y el señor Hanma lo espera ahora mismo en su oficina —informó Senju, la recepcionista de Tiger Ink, entregándole un delgado folder a su jefe.
—¿Hanma? —Kazutora cuestionó, cansado, recibiendo el papeleo.
—Dijo que era sobre negocios, se veía feliz —contestó, encogiéndose de hombros. Con Hanma siempre era difícil descifrar lo que rondaba su cabeza.
Soltando un suspiro exasperado, se dirigió al fondo del local, adentrándose en la habitación que había designado cómo su oficina, adornada con un gran escritorio, una silla giratoria, dos sofás, un estante repleto de libros, y decenas de ilustraciones de diversos tamaños colgando en las paredes. Ese lugar era su favorito en toda la tienda, más bien, en todo el mundo.
—¡Kazutora! Que bueno verte. Toma asiento, por favor.
Shuji Hanma, amigo de la infancia y socio en lo que correspondía a lo económico, se levantó de la silla para darle un fuerte abrazo. Kazutora soltó una risa nasal, pensando en cómo debía ser él quien estuviera sentado del otro lado del escritorio, después de todo era su despacho.
—Hace tiempo no pasabas por aquí, ¿Qué te trae a mi humilde tienda? —dijo, sarcástico.
—¿Humilde? —Hanma levantó ambas cejas, incrédulo—. ¿Has visto los números que maneja este lugar?
Deslizó un sobre de manila por la superficie del escritorio, reclinándose sobre la silla una vez los papeles llegaron a manos de Kazutora, quien, en cambio, le entregó el folder que en la recepción le habían entregado. El ojiámbar sacó las hojas del sobre, encontrando estados de cuenta y papeles repletos de asuntos financieros de los cuales no entendía nada.
