Lovejoy || A BajiTora Anthology

04.5 - The Fall (NSFW)

Día 5 (16/12) - Masturbation (Masturbación)

Advertencias: Juguetes sexuales; eso es todo xd.

Como casi todos los días a horas de la tarde, Kazutora se dirigía a la residencia Baji. Su segundo hogar, su lugar favorito en todo el mundo.

Sus clases habían terminado un par de horas antes, por lo que decidió llegar temprano al complejo departamental, tomando en cuenta que Ryoko estaría trabajando y Keisuke seguía en la universidad. Conociendo el trayecto como la palma de su mano, subió hasta el quinto piso.

Años atrás, cuando aún seguía en secundaria, la madre de Baji le regaló un juego de llaves del departamento, alegando que, ultimadamente, ya era un miembro más de la familia y como tal debía tener sus propias llaves. A día de hoy, ya estando en su segundo año de universidad, seguía guardando esas llaves como su tesoro más preciado.

Abrió la cerradura, entrando al hogar y cerrando la puerta detrás suyo. No escuchó nada, ni esperaba escuchar nada, ya sabía de sobra que allí no había nadie más que él. Tomó un vaso de agua y se echó en el sofá a jugar con su teléfono, pero rápidamente las cosas se tornaron aburridas.

Quizás podría leer uno de los mangas de Keisuke. Sí, eso era buena idea.

Se levantó del sofá y con pereza se dirigió a la habitación de su mejor amigo. Al abrir la puerta la encontró igual que la última vez. Juguetes para gato desparramados por todos lados, libros y revistas tiradas en el suelo, una pila de ropa amontonada en una esquina...

Caminó hasta el escritorio y tomó el primer libro que encontró. Un manga de acción. Lo ojeó, esperando encontrar algo que captara su interés, pero, en cambio, lo que llamó su atención fueron los extraños sonidos provenientes de la cama de Keisuke.

Verán, Baji dormía dentro de su armario. Si un punto bueno tenía, era la doble privacidad, al contar con puerta individual, pero eso no quitaba que fuera algo... Peculiar.

Rio por lo bajo ante la idea de que su mejor amigo durmiendo dentro del armario fuera una alegoría a algo más profundo.

En realidad, el romanticismo y la sexualidad era algo en lo que Keisuke nunca se había interesado, al menos según lo que Kazutora recordaba. Él, en cambio, no podía contar con ambas manos todas las parejas que había tenido hasta la fecha. Vivían vidas algo distintas, uno se enfocaba en el estudio para no decepcionar a su madre, y al otro le daba completamente igual lo que pensaran sus padres.

Pero a lo mejor debería hablar con Baji, darle la charla de las flores y las abejas antes de que fuera demasiado tarde y por error terminara con un hijo. O no, si resultaba que bateaba para el otro equipo, entonces no tendría de qué preocuparse... Los hombres no se pueden embarazar, eso Kazutora lo sabía de sobra.

Con ese pensamiento en mente, se acercó al dichoso armario. Puso una mano sobre la pequeña puerta corrediza, dispuesto a abrirla, pero otro ruido lo alertó.