Lovejoy || A BajiTora Anthology

04.6 - Whole Lotta Loving (NSFW)

Día 6 (17/12) - Breading Kink & DILF (Fetiche de embarazo & DILF [Dad I'd Like to Fuck])

Que ganas tengo de convertir este one shot en una historia completa 😩

Siendo estudiante universitario, Kazutora Hanemiya necesitaba de manera urgente una manera de financiar sus estudios.

Intentó pasear perros, pero no le fue bien con ello. Intentó trabajar en un restaurante de comida rápida, pero todo se le quemaba. Lo despidieron como asistente bibliotecario, por quedarse dormido durante cada turno.

—Lo he intentado de todo, lo juro, pero no encuentro ningún trabajo en el que me pueda mantener —se quejó, ocultando su rostro entre sus manos. Se encontraba almorzando en la cafetería de la universidad junto a su mejor amigo, quien atentamente escuchaba sus problemas.

Chifuyu musitó, buscando soluciones para Kazutora mientras tomaba un bocado de su comida. —Eres bueno con los niños —señaló—, ¿Por qué no intentas ser niñero?

Abrió los ojos de par en par, descubriendo su rostro para voltear en dirección al rubio. —Esa es una muy buena idea.

—Uno de mis vecinos ocupa a alguien que cuide a su hija, según lo que mi mamá me dijo. Podrías tomar la oferta...

Y fue así como Kazutora llegó al apartamento 5-3 del complejo departamental en dónde Chifuyu también residía. Solo que no estaba ahí para pasar tiempo de calidad con su amigo, sino para conocer a su nuevo empleador. Tocó la puerta, esperando paciente, mientras escuchaba como dentro de la vivienda alguien corría de un lado a otro.

Al fin la puerta se abrió, revelando tras de esta a un hombre alto, de cabello largo y oscuro, con una expresión en el rostro que le intimidaba de sobremanera. Detrás de él, escondida tras una de sus piernas, había una niña que no aparentaba tener más de 5 años, de grandes ojos verdes y cabello exactamente igual al del hombre.

—Uh... Uhm, ¿es usted Keisuke Baji? —preguntó, evitando ver al mencionado directo a los ojos.

—Sí. Tú debes ser Kazutora, ¿No? —inquirió, ante lo que el ojiamarillo asintió—. Bien, pasa, entonces.

Baji tomó a la niña en brazos, dejando espacio para que Kazutora ingresara al apartamento. Ya estando los tres adentro, cerró la puerta, guiando al chico hasta la sala de estar.

—Toma asiento —ordenó Keisuke, manteniéndose de pie, apoyado contra el sofá donde ahora su hija jugaba con peluches. Kazutora obedeció, sentándose sobre el sillón de dos plazas de cuero negro, intentando ocupar el menor espacio posible—. La señora Matsuno me ha dado buenas reseñas tuyas, espero que su juicio sea certero. ¿Tienes experiencia previa?

—Sí, señor —contestó, titubeante y asustado—. Solía cuidar a mis primos y en ocasiones cuido a los hermanos menores de mis amigos...

—Humm... Tomaré tu palabra como verdad —dijo, fijando su mirada en el reloj—. Mira, no tengo tiempo. Esta es mi hija, Akemi, tiene 5 años.