Light: Amor indeseable [Wonhan/Jeongcheol]

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Había llegado nuevamente de un viaje de negocios y Wonwoo no podía estar más feliz, tener a su ángel cerca era lo que lograba darle tranquilidad.

Era el aniversario número 4, Wonwoo llevaba semanas preparando cada detalle para ese dia, quería que todo fuera especial. Por parte de Jeonghan, creía saber lo que el castaño tramaba al notar algunos recibos, unos cambios diferentes en Wonwoo y aquellas miradas nerviosas de sus empleados sin embargo quería dejarle el beneficio de la duda o más bien, fingir no saber nada.

Se encontraban en la ciudad del amor, si, no se podía ser tan cliché.
Se dirigían al hotel mientras que Wonwoo verificaba algunas cosas de la compañía y Jeonghan aprovechaba para darle un vistazo a la ciudad, no era la primera vez que iba sin embargo no había podido observar la belleza completa con anterioridad.

‐Cielo... vas a desgastar la ciudad con tanto que lo ves - Wonwoo bromeó después de observarlo un par de minutos en silencio.

- Lo sé pero mira, qué bonita ciudad... Podemos traer para acá a la empresa, venirnos a vivir acá... tener unos cuántos perritos... solo tu y yo.. y claro, Kwanie viene incluido. - Soltó una leve carcajada después de recordar a su hermano menor con molestia al mismo tiempo que ternura.

- Por eso hemos venido... buscaremos un lugar para nosotros, donde podamos vivir tranquilamente, solo tu y yo. - Se deslizó sobre los asientos para después acercarse a éste dejándole unos besos cálidos en el rostro del rubio.

-Te amo. - Sin más pronunció el menor tomándolo de la mejilla acariciando un poco esta.

Lo sé. - Bromeó el castaño mientras le guiñaba para después darle un beso un tanto más necesitado pero amoroso.

Se encontraban en un espacio vacío en el último piso de aquella torre, Wonwoo estaba al teléfono mientras que el rubio le daba una vista a la ciudad intentando grabarse cada parte de aquella transitada sintiendose un tanto pleno.

- Es aquí.... - Susurró con una grata sonrisa dejando soltar un leve suspiro -.....Aquí viviremos hasta viejos.

Jeonghan tenía una idea muy clara de el futuro junto a Wonwoo, aunque no fue su primer amor, deseaba con todo su ser que él fuera el último, estaba seguro que había encontrado a su persona.

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se encontraba Jeonghan ahogado en llanto, había pasado unos cuántos meses (Muchos a decir verdad), en los cuales muy pocas veces salía de su habitación obscura.

Estaba cansado de llorar, su pecho aún parecía dolerle y las lágrimas aún húmedas sobre sus mejillas mostraban tal sufrimiento. Se encontraba mirando una hermosa fotografía, era el amor de su vida, con quién había compartido la vida desde pequeños.

Joshua era su mejor amigo y su primer amor, se conocieron en la primaria una vez que Jeonghan y Seungkwan llegaron desde Corea, habían sido adoptados por una familia muy alegre a decir verdad, apenas los conocían y ya los amaban con tanto orgullo. Eran personas muy influyentes para la comunidad Coreana en Estados Unidos, aunque ambos eran coreanos, habían decidido iniciar su vida en un lugar un poco más libre, pensaban que ahi sería el lugar adecuado para vivir y criar a sus pequeñas adoraciones.

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El llanto había terminado y comenzaba a cansarse de aquellos golpes en la puerta, solo quería estar en silencio viendo el retrato de su chico.

Se levantó a duras penas sintiendo en cada paso sus piernas más débiles, de no ser que se encontraba en la puerta, hubiera caído fuertemente. A como pudo giró la manija mostrando la sombra de un cuerpo robusto, flaco y con un destiñe que poco a poco se hacia más obscuro hasta quedarse sin puntos de luz, se había desmayado.

Horas después despertó notando una fuerte luz que iba de un lado a otro, olor a alcohol y un sollozo a lo lejos, estaba en un hospital y ahora comenzaba a tener miedo...

— Su hijo está bien, solo fue un desmayo por agotamiento, tendrá que....

Quiso escuchar un poco más pero aquél recuerdo comenzaba a atormentarlo nuevamente haciéndole caer una vez más. No era la primera vez que se desmayaba por el dolor y sabía que no iba a ser la última.

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Semanas habían pasado después de la pequeña visita a el hospital, había vuelto a el trabajo, salía cada vez más y casi no lloraba. Lo extrañaba mucho, aún tenía pesadillas constantemente sin embargo cada vez eran más tranquilas y ciertas veces Joshua le pedía que continuara sin el, de ese modo iba comenzando a avanzar porque sabía que el le gustaría eso o al menos su subconsciente le pedía.

Se arregló para asistir a su clase favorita después de mucho tiempo, le habían recomendado regresar poco a poco pero Jeonghan era muy decidido una vez que miraba un objetivo, y su objetivo era volver a vivir, su clase favorita siempre le distraía además que aprendía y observaba aquellos detalles.

Al llegar al lugar se percató que había un hombre cuya apariencia se le hacia reconocida, aquellos lentes y esa linda sonrisa se le venía a la mente como recuerdo sin embargo ahora era un poco más viejo y tal vez más adulto. Le observaba a lo lejos mientras que buscaba en sus recuerdos para saber de quién se tratase.

- Es el nuevo maestro - la recepcionista comentó con una sonrisa en sus labios una vez que se percató de la curiosidad de el joven- justo hoy es su primer día y todos estamos fascinados, ¡Es tan lindo!

Jeonghan la observó con una sonrisa liviana, aquella estaba en lo correcto, muy en el fondo agradecía no ver a el maestro anciano que muy difícilmente se podía mover entre los alumnos.

- Si es un maestro joven, tal vez pueda aprender con más facilidad... y si tengo alguna duda, éste me servirá de ayuda - Pensó mientras seguía observando a el nuevo, desvío la mirada al notar que tal vez aquél profesor le miraba de vuelta con una linda sonrisa.

Caminó a pasos lentos por toda la sala hasta llegar a su banco, se quedó viendo el lienzo en blanco intentando no pensar en su última obra, aquella que había echo a Joshua por su celebración del mes, tomó los pinceles que estaban a un costado sintiéndo esa pequeña pero convincente adrenalina  después de no haberlas tocado en años, no sabía lo que sentía, si quería llorar, sonreír o dejar todo y regresar a su cueva, aún no estaba convencido del todo, estaba entrando en un trance cuando una voz detrás de él interrumpió.

‐ Hey qué tal, soy Wonwoo...