𝑬𝒔 𝒖𝒏𝒂 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒂 [𝔸𝕝𝕚𝕩 𝕂𝕦𝕓𝕕𝕖𝕝] /̷𝑳𝑰𝑩𝑹𝑶 1

[Burbujeo]

Cambié la historia.

Marinette, Alya, Isabella y Hannah estaban escondidas detrás de la pared de la escalera, mirando a Adrien, antes de agacharse.

—¡Puedes hacerlo, puedes hacerlo!—dijo Alya.

—¡Lo tienes, Marinette!—añadió Hannah.

—Puedo hacerlo... ¡Puedo hacerlo!—dijo Marinette.

—¿Sabes qué?—preguntó Nino.—¡Voy a tener una pequeña charla con tu papá!

—No pierdas el tiempo...— dijo Adrien.—Él no va a cambiar de opinión...

Marinette salió de su escondite y miró a Adrien, mientras temblaba un poco, antes de esconderse nuevamente.

—¡No puedo hacerlo! ¡No puedo hacerlo!—dijo Marinette. Alya, Hannah e Isabella. suspiraron, acariciando sus rostros.

—¡No! No lo harás, niña—dijo Ayla. —¡Has estado toda la mañana! ¡Ahora es el momento!.

—Sí—añadió Isabella con cansancio. —Esta es tu oportunidad, ¡Vamos!.

Isabella agarro el brazo de Marinette y la sacaba a rastras de su escondite.

—¡0-Oye!—protestó Marinette.—¡Espera!.

Pero, Isabella la ignoró y caminó hacia Adrien y Nino, mientras cargaba sus regalos.

—¡Hola chicos! —dijo Isabella al ver la expresión de su rostro.

—¡Hola Isabella!—Dijeron los chicos al unísono.

—¡Feliz cumpleaños, Adrien!—dijo Isabella feliz, mientras Marinette rápidamente se agachaba detrás de ella.

Adrien luego se ríe un poco.

—Gracias, Isabella—respondió Adrien.

—Entonces...¿Estás pensando en hacer una fiesta de cumpleaños?.

Adrien luego suspiró con tristeza.

—No—responde Adrien.

—Su papá no lo deja tener su propia fiesta de cumpleaños—explicó Nino.

—¿Quién no querría tener una gran fiesta? ¿Podrías al menos recordar lo que es divertirse un poco? —continuó Isabella.

—¡Eso dije yo, amigo!—exclamó Nino.

—Bueno, como te dije—dijo Adrien—Estoy bastante seguro de que él también era un depresivo en ese entonces.

Isabella lo mira con el ceño fruncido, antes de darle una sonrisa.

—Lo que sea, te traje un regalo— Dijo la chica de ojos verdes esmeralda. mientras le entregaba un regalo. Adrien luego lo toma con una sonrisa.

—¡Genial!—dijo Adrien. —Creo que lo abriré más tarde. ¡Pero gracias, Bel-Bel!.