seventeen

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A la mañana siguiente se levantaron temprano y llegaron los estilistas para arreglarlas. Las maquillaron y arreglaron para el evento de esa noche.

Al rededor de las cinco de la tarde las cuatro ya estaban listas y sus trajes y vestidos igual. Dahyun fue hasta su habitación y cuando abrió la puerta se encontró con una caja sobre la cama. Camino hasta ella y la tomo, era negra y estaba amarrada con un lindo listón azul. La abrió y vio una nota.

" ponte esto"

Decía en una hermosa caligrafía, miró la nota dándole la vuelta buscando quien la envió pero no tenía remitente así que la dejo a un lado y levantó el papel blanco de seda encontrándose con una hermosa lencería negra. Frunció el ceño y la tomo sacándola de la caja, era hermosa y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.

Se quito la bata y después se comenzó a cambiar colocándose aquel conjunto de lencería, camino hasta el espejo y se sorprendió de lo que vio. Jamás se había puesto ese tipo de ropa pero le gustaba como se le veía.

Sonrió y un llamado en la puerta le alertó.

— Dahyun ya estás lista? — volteo la mirada y se asustó.

— ehh si, si solo me estoy poniendo los tacones pero ya salgo— dijo para caminar rápido hasta el closet, sacar el vestido y ponérselo.

Cuando termino de ponérselo se colocó los tacones y se maldijo, los hermosos tacónes que le regaló nayeon antes de venir, eran hermosos pero los tenía que atar con unos cordones sobre sus piernas y no sabía cómo hacerlo así que solo los ato como pudo dejando un nudo apenas decente.

Cuando termino se acomodó el vestido y tomo su bolso para salir de la recámara hacia donde se encontraban sus jefas. Bajo las escaleras y fue hasta la sala de estar donde vio a momo, sana y mina sentadas en los sofás.

— hasta que bajas— escuchó decir a momo y avergonzada se disculpó.

— lo siento lo siento, tuve un pequeño problema con los tacones— dijo y las tres mujeres la miraron fijamente de arriba abajo deteniéndose en sus pies un momento y riendo al ver el nudo mal echo.

Apenada trato de ocultar sus pies hasta que sintió una mano sobre la suya. Levantó la mirada y observó como mina la llevaba hasta los sillones donde la sentó y después ella se arrodilló frente a ella en la mesa agachándose para deshacer el nudo que ella hizo

— que... que hace?

— mina es muy buena amarrando y haciendo nudos, ella se encargará— dijo con una sonrisa sana y mina comenzó a atar los cordones alrededor de las piernas de Dahyun, quien tragó en seco al sentir los dedos de mina rozar con su piel.

Observó como mina pasaba los cordones uno encima del otro con tanta facilidad y delicadeza.

Cuando terminó observó como quedó su pierna y se sorprendió de el bonito nudo y tejido que hizo, era hermoso. Continuó con el otro pie pero ahora mina se inclinó aún más dejando a la vista su pecho descubierto y tragó en seco al ver cómo mina subía su mirada recorriendo sus piernas hasta llegar a sus ojos dándole una sonrisa de lado y después seguir con su tarea de atar sus tacones.

Dahyun sintió que en aire se le atoraba cuando mina hizo el último nudo apretándolo un poco fuerte y después comenzó a subir sus manos por su pierna, subiendo tan lentamente que su simple rosé le quemaba. Cuando llegó a su rodilla y pasó a sus muslos se detuvo ahí colocando sus palmas sobre sus estos haciendo que Dahyun abriera los ojos en grande y tragara en seco cuando mina dejó un pequeño apretón sobre estos.

— listo, ya podemos irnos— dijo mirándola directamente a los ojos y Dahyun asintio.

Mina se puso de pie y tomó su abrigo para colocárselo y acomodarlo con la ayuda de sana.

50 sombras de la j-lineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora