Twenty three

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A la mañana siguiente sana y momo despertaron temprano, se habían quedaron dormidas viendo una película en el cuarto de momo.

Al despertarse fueron directo a la habitación de mina para darle los buenos días pero se sorprendieron al no verla ahí. Confundidas fueron a la cocina para ver si ya estaba ahí, pero nada. Le preguntaron a los empleados si la vieron, pero tampoco ellos la habían visto.

Cansadas de buscar, mejor se pusieron a desayunar lo que les prepararon los empleados.

Por otro lado, en la habitación de dahyun.

Dahyun despertaba abriendo sus ojitos lentamente y volviéndolos a cerrar de nuevo. Estaba cansada.

Trato de moverse, pero un brazo sobre sus cintura le impidió hacerlo. Confundida, giró su cabeza y se encontró con mina detrás de ella abrazándola cual koala. Una sonrisa se dibujó en su rostro al recordar lo que había pasado anoche, lo bien que se había sentido y las expresiones que hizo mina cuando Dahyun la hizo venir.

Fue algo que sorprendió a la misma Dahyun, ya que, jamás había echo venir a alguien y el hacerlo con mina fue fascinante.

Sintió cómo la pierna de mina se coló sobre las de ella atrayéndola más a su cuerpo. Dahyun sintió sus mejillas arder al sentir los pechos de mina sobre su espalda, las dos estaban completamente desnudas bajo las sábanas.

Todo esto era nuevo para ella y el sentir la piel de mina pegada a la suya era delirante. Mina la tenía aprisionada, no aflojaba su agarre sobre ella y eso en vez de incomodarle, le gusto.

Con cuidado de no despertarla, se dio la vuelta quedando frente a frente a una dormida mina.

La pelinegra tenia los labios entre abiertos con una expresión relajada. Dahyun jamás la había visto tan relajada, siempre tenía el ceño ligeramente fruncido, los labios apretados o en una línea recta sería, esta era una linda imagen que recordaría siempre.

Con cuidado, saco su brazo y acaricio su mejilla, pasó un mechón de cabello detrás de su oreja y comenzó a acariciarlo sin dejar de verla en ningún momento.

Mina por otro lado, se comenzó a remover avisando que comenzaba a despertarse. Abrió los ojos encontrándose con una Dahyun sonriente frente a ella.

— buenos días —saludo Dahyun y mina sonrió de igual manera con sus ojitos somnolientos, aún con sueño.

— buenos días...— contesto con su voz ronca por recién despertar.

Mina se sentía relajada, las caricias de dahyun en su cabello hacían que se volviera a quedar dormida. Así pasaron unos minutos hasta que mina abrió los ojos y sonrió.

— que hora es? — preguntó y dahyun negó.

— no lo sé, pero creo que ya es tarde — mina asintió y se satiro soltándo a dahyun.

— tienes hambre?— Dahyun asintió.

Mina dejó un beso sobre es sus labios y después se dio la vuelta para levantarse. Se sentó en la orilla de la cama y estiró sus brazos.

Dahyun se sentó tapándose con la cobija y abrió los ojos en grande al ver la espalda de mina.

— oh por Dios... — dijo asustada y mina la volteo a ver preocupada.

— que? Qué pasa? Estas bien? — preguntó al ver la cara asustada de dahyun.

— tu... tu... — señaló su espalda con su dedo y mina la miró extraño.

Mina se llevó la mano a la espalda y le ardió.

— te duele? — preguntó preocupada y mina le miró con los ojos entrecerrados, claro que le dolía, más bien le ardía la espalda.

50 sombras de la j-lineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora