Nine

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Dahyun en este momento se arrepintió de haber rechazado a su jefa cuando le dijo que fuera a comer, estaba hambrienta, lo bueno que ya casi era la hora de la salida y podría ir a casa a cenar.

Miro la hora y ya solo faltaba media hora para irse, le dolía el estomago y la cabeza, solo se habia comido una barrita que le llevo Jihyo hace unas horas y era lo único que tenia en el estomago.

Ya solo estaba esperando a que mina se fueran para cerrar su oficina y poderse ir a casa. Sana y momo ya se habían ido ya hace unas horas pero mina como siempre era la ultima en irse.

Dahyun miro la hora de nuevo y ya solo faltaban 10 minutos para su hora de salida asi que fue hasta las oficinas de sana y momo y acomodo un poco el lugar para después salir y cerrar las puertas con seguro. Camino de regreso a su escritorio para tomar sus cosas e irse a casa pero antes de que tomara su bolsa la puerta de la oficina de mina se abre dejando ver a la pelinegra.

— kim— llamo y Dahyun volteó.

—si señorita Myoui?

— ven— dahyun miro la hora y suspiro.

Camino hasta la oficina de su jefa y entro ya que la puerta estaba abierta.

— si?

— necesito que revises y ordenes estos documentos antes de que te vayas—le entrego una pila de papeles a dahyun quien los tomo abriendo los ojos en grande.

— pero...

—y los quiero para hoy— ahora fue mina la que la interrumpió antes de que hablara y se dio la vuelta para sentarse en su silla ignorando a dahyun.

La rubia miro la pila de papeles que tenia en las manos y suspiro para salir de la oficina y dejar los papeles sobre su escritorio. Sabia que su jefa estaba enojada con ella y que se lo merecía asi que entre mas rápido comenzara mas rapido acabaría. Se sento sobre su silla y comenzo a ordenar los papeles. Lo único bueno de quedarse tarde era que le pagaban las hora extra.

Mina ya habia acabado su trabajo desde hace mucho y lo que le dio a dahyun solo fue para castigarla por haberla contradecido y dejarla con la palabra en la boca. Nadie le hacia eso, jamas!, y dahyun se merecía un castigo por desobedecerla, aunque no fue como ella quería, pero dejarla trabajando horas extra retrasando su comida le bastaba, si no quería comer ella no la dejaría comer. Ahora solo estaba esperando a que terminara para poder irse.

Por la mente de mina estaba pasando una idea un poco descabellada pero muy satisfactoria... dahyun era una chica muy linda y tierna, Desde el primer momento en que la vio algo dentro de ella se encendió, era como si esa chica hubiera llegado en el mejor momento. Dahyun era... era alguien a quien todos querían tener, alguien hermosa pero con un aura inocente que hacia querer corromperla y mina sabia perfectamente como hacer eso, aunque pensándolo bien, dahyun no era muy inocente que digamos, por como se comporto en el elevador la noche anterior parecía que no era tan inocente como ella pensaba, pero eso lo descrubiria pronto. 

Dahyun, al cabo de media hora por fin acabo de ordenar esos documentos, le dolían los dedos y su estomago no dejaba de gruñir por el hambre que tenia. Se levanto y tomo los documentos ya ordenados para ir a la oficina de mina tocando tres veces antes de entrar, escucho un pase y entro con cuidado ya que el suelo de esa oficina era muy resbaladizo para ella.

— ya termine de ordenar esto... — dijo dejando los documentos frente a mina quien asintio— necesita algo mas? — mina la miro negando— muy bien que tenga buena noche señorita myoui la veo mañana — estaba por irse pero mina la detuvo.

— espera— Dahyun apretó los ojos con fuerza haciendo cara de sufrimiento mientras mina no la veía.

— si? — vio a mina ponerse de pie de su silla para ir hasta ella.

50 sombras de la j-lineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora