E C L I P S E [Luckity] [Au - Vampiros]

Salir

Tomó la cadena de cruz que se encontraba sobre la estantería, para después acercarse al espejo de cuerpo completo que tenía en su habitación, justo al lado del clóset, se acercó un poco para poder ver mejor, y ya acostumbrado a hacer tal acción se terminó de colocar la cadena, miró su apariencia unos cuantos segundos para después acomodar un poco mejor su cabello que sobresalía del gorro.

Sonrió satisfecho con su apariencia para después sonreír y salir de su habitación, no sin antes desconectar su celular el cuál había dejado cargado toda la mañana luego de gastar toda la batería en la madrugada escuchando música.

Lo metió en el bolsillo de su pantalón de mezclilla, bolsillo que por cierto apenas sería notado por alguien más, debido al suéter azul marino que cubría la abertura, el cuál era tres tallas mayor a la suya, causando que le quedará extremadamente ancho y además, de largo casi llegara a la mitad de su muslo.

Pero claro, a Quackity eso no le importaba y simplemente salió de su habitación, cerrando la puerta tras de sí, para después bajar las escaleras rápidamente y acercarse a la salida con la misma velocidad. Estaba apunto de salir, pero luego recordó que no tenía con que pagar la compra, así que de inmediato sacó su celular con la intención de enviarle un mensaje a su padre diciendo tal problema, vaya sorpresa se llevó cuando vio cómo llegaba la notificación de un mensaje precisamente del mencionado.

"En la cocina sobre la encimera dejé el dinero suficiente para que puedas comprar todo lo que necesitamos", es lo que decía.

Le pareció curioso el que aquél mensaje llegará justo en el momento exacto, demasiado de hecho.

Pero prefirió no sobrepensar las cosas y simplemente ir a buscar el dinero.

Ahora que lo notaba, aquella cosa de restarle importancia a pequeños detalles se le estaba haciendo costumbre, demasiado para su gusto.

Cuando entro a la cocina lo primero que noto fueron los billetes y monedas sobre la encimera, ¿y cómo no? Después de todo aquella parte de la casa era una de las más organizadas, aparte del baño, donde su padre demostraba de mejor manera y clara su terrible obsesión por mantener todo reluciente hasta el punto de ver tú reflejó en el.

Puede que parezca una estúpides, pero Quackity incluso se sentía capaz de decir que en las hoyas podía ver mejor su reflejo que en el espejo de su habitación

Era de esperarse que un montón de dinero desorganizado resaltaría entre tan perfecto orden.

Tomó los billetes y los contó, abrió los ojos sorprendido, no era la cantidad justa, era demasiado, le sobraría más de la mitad cuándo terminará de pagar todo.

Se sintió algo incómodo con la idea de llevar tanto dinero en el bolsillo de su suéter, pero creía que su padre tenía razón y esa era la cantidad que necesita.

Dió media vuelta y se dirigió de nuevo a la puerta, donde tomó sus llaves de un pequeño bol ubicado al lado del perchero para después salir.

Afuera el clima un tanto frío del otoño lo recibío y también, uno de sus amigos más cercanos, recostado de la cerca del jardín delantero, con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Rubius?-, pregunta, sin entender la presencia del contrario en su casa.

¿Qué hacía el ahí?, Se pregunta internamente a su vez que se acercaba al rubio que se dejó de recostar en la cerca y le abrió la pequeña rejilla que separaba el jardín de la calle, para después inclinarse ridículamente, fingiendo ser un mayordomo. -Pase al frente su majestad-, dice bromista logrando hacer que el menor negará con la cabeza divertido, olvidando por completo el que sea raro que esté ahí sin avisar.