E C L I P S E [Luckity] [Au - Vampiros]

Despertar

Sus ojeras estaban aún más marcadas, su cabello más desordenado de lo normal. Su rostro lucía mucho más cansado, y sus clásicas ojeras estaban tan marcadas que ya incluso podía considerarse que parecía un puto mapache.

Quackity suspiro con pereza, para después, abrir el grifo y simular una taza con sus manos, y luego, albergar la mayor cantidad de agua posible para poder echarse en el rostro, en un intento vago de poder lograr que el sueño se alejará de él.

Sólo cinco horas pudo dormir, y de manera muy incomoda, no sólo porque su hermano estaba ocupando la mitad de su cama a pesar de su diminuto cuerpo, sí no que también, tuvo pesadillas que lo mantuvieron en un sueño ligero, y a su vez, llegó a dar muchas vueltas en la cama incómodo, ante la pequeña sensación de que alguien le observaba mientras dormía.

Con pereza tomó el cepillo de dientes y la crema dental, mientras que sus ojos sólo eran capaces de ver su reflejo en el reluciente espejo del baño, el cual su padre pulia todos los días de manera excesiva.

Quackity nunca creyó que odiaría tanto el que su padre sea un psicópata por mantener todo lugar que pudiera reflejar como un espejo de manera reluciente como en ese momento, incluso podía jurar que podía observar con detalle cada una de sus pestañas y cada poro de su piel desastrosa.

Cuando comenzó a cepillarse los dientes fue que se empezó a fijar en otras partes de su cuerpo aparte de su rostro, dándose cuenta que el cuello de la camisa ancha que tenía puesta, simulando ser su pijama, estaba más abierto de lo normal, dejando ver su cuello y parte de la clavícula.

Frunció el ceño cuándo notó un rasguño sobre su piel, era casi imperceptible, pero ahí estaba.

Enseguida dejó de cepillarse los dientes para ubicar sus manos sobre el espejo y acercar más su cuerpo a el, incluso subiéndose un poco sobre el lavamanos.

-Perzo ue ez eza mierzda...?-, se dice así mismo de manera dificultosa debido al cepillo en su boca y la espuma, cuando notó un segundo rasguño justo al lado del primero que vio.

Se apartó del espejo y observó toda su imagen con confusión. ¿Cuándo se hizo esos rasguños en el cuello?

Quackity volvió a suspirar por enésima vez en lo que llevaba de mañana para simplemente negar con la cabeza y terminar de cepillarse los dientes. No le dió importancia, tampoco es cómo sí fuera la primera vez que se hiciera algún rasguño sin darse cuenta.

Luego de acabar chasqueó la lengua fastidiado, aún tenía sueño.

Cuando salió del baño se llevó la sorpresa de ver a su hermano menor arreglado para salir, junto a su padre, que terminaba de arreglar la camisa oscura que tenía puesta. -¿A dónde van?-, pregunta curioso, se supone que los sábados se trataban de quedarse en casa, aquello era inesperado.

-Tengo que llevar a Titi al médico-, explica Frank tomando las llaves para después atravesar la sala de estar para poder llegar a la entrada de la casa.

Quackity abrió los ojos preocupado volteando a ver al menor enseguida, que ataba los cordones de sus tenis de una manera muy torpe. -¿Qué? ¿Por qué?-, pregunta a su vez que se agacha al lado del niño para ayudarle con los cordones de manera rápida mientras le miraba por todos lados en busca de alguna señal de daño. -¿Estás bien?-, le pregunta al niño que niega levemente con la cabeza y mira a otro lado, cómo sí le diera vergüenza ver a la cara a su hermano mayor.

El hombre suelta un largo suspiro a su vez que se rasca la nuca. -Ni te preocupes, no es nada grave, es solo un chequeo-, dice para después empezar a abrir la puerta. -Vamos Titi-, llama al menor, señalando con la cabeza la salida, y este, se aparta de Quackity para después ir corriendo hacia él.

Quizás Frank estaba distraído y no lo notó, o la necesidad de dormir más ya estaba comenzando a afectar, pero Quackity podría jurar, que por una milésima de segundo, en el tiempo que duró en llegar al mayor, Titi le dedicó una mirada llena de odio y vergüenza.

Parpadeó varias veces confundido, más cuándo su padre volvió a hablar se olvidó por completo de ese detalle y se centró en él.

-Esta semana estuve muy ocupado con el trabajo y como puedes notar, hoy al parecer también lo estaré, así que porfavor, has la compra de la semana-, pide el maryor al mismo tiempo que tomaba su abrigo y el del niño, los cuáles estaban ubicados en el perchero al lado de la entrada.

Quackity hace una mueca. -¿A qué hora regresan?-, pregunta, a lo que Frank niega con la cabeza, dando a indicar que no sabía cuál era la respuesta. Eso causó un mal sabor de boca en el chico.

-Sólo...-, vuelve a hablar el mayor ya cuando se aseguró que Titi tenía bien puesto el abrigo y no saldría afectado por los vientos fríos de otoño. -Sólo has la compra de la semana por favor. Adiós-. Y dicho esto cerró la puerta, dejando a Quackity con las palabras en la boca.

De pronto, el silencio inundó por completo la casa, y el chico comenzó a sentir frío, y a su vez, sumamente incómodo ante la idea de que quizá llegué la noche, y su padre no haya vuelto a casa.

Sin embargo, la salud de su hermano menor era lo que más le preocupaba. Tan sólo hace unas horas, en la madrugada, su hermano estaba completamente bien, sólo había tenido una pesadilla, nada del otro mundo.

Frunció el ceño al pensar que quizá el niño había tenido un malestar en la madrugada y él, por estar alucinando con cosas raras, por su falta de sueño, no lo notó.

Sí es que estaba alucinando, claro.

Enseguida Quackity negó con la cabeza exageradamente. Estaba claro, su cabeza le había traicionado por no dormir, creando una imagen terrorífica a tales horas de la madrugada, que lograron hacer que se distrajera y no se diera cuenta del estado de su hermano.

-Debo empezar a arreglar mí horario de sueño, pero ya-, se dice así mismo antes de dirigirse a las escaleras para poder ir a su habitación y buscar la ropa que se pondría para salir y hacer el único favor que le pidió su padre, de comprar las cosas para llenar la alacena y que no faltara la comida en la semana.

Aunque claro, todo daría un giro inesperado con solo esa sencilla salida para poder cumplir un simple favor.