Decisión

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Los vientos fuertes y fríos del otoño trataban de detenerlo, pero él, corriendo lo más rápido que sus piernas se lo permitían y respirando a bocanadas, no se dejó vencer.

Su cabello de vez en cuando le cegaba la vista, pero lo intentaba quitar rápidamente sin dejar de correr. Levantó su mano derecha, con la que sostenía el celular, que tenía aún la llamada con su padre abierta, pero no emitía siquiera un sonido del otro lado de la línea.

Cuándo salió de la iglesia no escuchó otra palabra de su parte, cosa que lo preocupó aún más y que lo motivó a seguir corriendo.

Se detuvo abruptamente en el semáforo, estaba en rojo, miró en ambas direcciones, pero ningún auto se acercaba, por lo que, sin dudar, cruzó la calle corriendo.

Había tomado el mismo camino que cuando sucedió el raro accidente de que se detuvo el tiempo, de esta manera llegaría más rápido a casa. Aquel recuerdo del día anterior llegó a su cabeza haciendo que un escalofrío recorriera su cuerpo, así que por inercia volteó por un momento detrás de sí, sin dejar de correr, más no había nadie.

Quackity se encontraba solo, corriendo por las calles.

Normalmente, los alrededores de su casa se encuentran así, incluso en la misma urbanización dónde vive es así, pero en ese momento, sí que sentía que estaba solo en el mundo.

Cómo sí, en realidad, el único que vivía en esa ciudad, fuera él.

Quackity negó con la cabeza varías veces, no tenía sentido pensar en algo que sabía desde niño, simplemente todo estaba solitario, cómo de costumbre.

Lo realmente preocupante era saber qué mierda estaba pasando con su padre, Titi y él.

Cruzó en una esquina, casi resbalando, por lo que el gorro casi se le cae, por lo que, con su mano ocupada con el celular, acomodarlo dificultosamente sin dejar de moverse.

Divisó el jardín delantero de su casa, la pequeña rejilla estaba abierta, cuando se acercó un poco más se dio cuenta de que la puerta de la casa también estaba abierta, más las luces no estaban encendidas. Todo lo preocupó de sobre manera y un gran sentimiento de temor se instaló en cada parte de su cuerpo.

Se detuvo frente a la entrada del jardín, su respiración se encontraba alterada y sus ojos, bien abiertos, miran con terror la oscuridad dominante dentro de la casa.

Sus mejillas son acariciadas por la frialdad del clima, mientras que sus cabellos danzan según la brisa helada.

Mira un momento el cielo, este se encuentra nublado. Tal parece que, inesperadamente, el otoño decidió que comienzo de una tormenta con vientos fuertes.

Quackity tenía miedo, no quería entrar, pero todo le indicaba que debía hacerlo, incluso el clima lo obligaba.

Alzó el celular y lo juntó a su oído.

-¿Padre?-, llamó, pero no recibió ninguna respuesta.

Tragó grueso, tembloroso.

No había de otra, debía de entrar, sí quería respuestas.

Respiró profundamente, siendo capaz de escuchar los latidos de su corazón acelerado mientras mira fijamente la penumbra que se encuentra dentro de su casa. Desde muy pequeño le tuvo miedo a esta, pero aun así, nunca creyó que en algún momento iba a temer tanto por entrar a ella, como en ese mismo instante.

El viento azotó más fuerte contra su espalda, logrando que se tambaleara, dando varios pasos hacia enfrente en busca de equilibrio, cruzando así, la entrada de la rejilla, que luego de que pasara, se cerró con fuerza. El estruendoso ruido asustó a Quackity, que enseguida miro detrás de sí, directamente a la rejilla, viéndola por unos segundos para luego fijarse otra vez en el cielo, dejando así, que un pequeño copo de nieve, callera suavemente en su mejilla.

E C L I P S E [Luckity] [Au - Vampiros]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora