Capítulo 5

1.1K 173 14
                                    



Un poco corto :v.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Otro día más aburrido entre clases y después ir a casa hacer la tarea que nos dejan ese mismo día.

Todo estaba pasando bastante lentamente mientras pensaba que hacer, teniendo en cuenta que su hermano mayor estaba en casa, por lo que no podía ni acercarse a la cocina sin que este último casi le bufara como un gato.

La vida no era justa algunas veces.

Estaba por poner música emo y cantar a todo pulmón las injusticias de la vida, pero obviamente ese pensamiento se esfumo de mi mente por ser demasiado estúpido.

Iba bajando por las escaleras, casi llegando al salón, cuando le empezó a dar un sueño muy fuerte, tanto que no pudo evitar caerse de cara al suelo dormido.

Obviamente el ruido había asustado a su hermano mayor, quien había volteado para seguramente reñir a su hermano que quería colarse en la cocina.

Bueno, si encontró a su hermano queriendo entrar en la cocina, para lo que no estaba preparado era para encontrarlo tirado en el suelo sin moverse.

Asustado hasta el punto que casi se le sale el alma del cuerpo, apago el fuego de la cocina y fue corriendo al lado de su hermano, quien, sin siquiera moverlo despertaba.

Obviamente, desesperado como estaba lo primero que hizo fue controlarle las constantes vitales, viendo que tenía pulso, lo siguiente que hizo fue llamar a su padre muy asustado.

Este último, quien estaba saliendo del trabajo, fue con el coche lo más rápido que podía, saltándose algunas señales de tráfico en el proceso, estaba tan asustado que en estos momentos no le importaban un pimiento las multas que pudieran ponerle.

Llegando a casa alterado se encontró a su hijo mayor junto a un médico, y, a su hijo más pequeño en el sofá estirado.

-Papa, ya has llegado- dijo su hijo mayor aun con una cara de susto bastante visible en su cara estoica normal.

-¿Hari está bien?- solo rezaba que su hijo no fuera a morir delante de sus ojos, no lo iba a poder soportar.

-Su hijo menor está bien, ha tenido una bajada de azúcar repentina con una ligera fiebre, pero está bien, lo que si recomiendo es descanso durante un par de días hasta que sepamos si es un resfriado común o es algo más serio, en cuyo caso, si pasara más veces recomendaría llevarlo al hospital para más pruebas- dijo el médico, en tono profesional.

-Muchas gracias doctor, así lo haremos- despidiéndose del hombre volvió al salón donde estaba su hijo mayor sentado en el suelo agarrando la mano de su hermano pequeño dormido.

-Aún no he acabado la cena, estaba esperando a que llegaras para que alguien pudiera vigilar a Hari mientras acabo con ella.- el tono triste de su hijo le estaba rompiendo el corazón.

-No te preocupes Toya, yo acabare la cena, vigila a Hari, ¿de acuerdo?.- intentando sonreír para tranquilizar a su hijo se fue a su despacho a dejar las cosas del trabajo y volvía a la cocina acabar de cocinar mientras miraba cada dos por tres a sus dos hijos.

Sin que se dieran cuenta, la culpable del su actual predicamento estaba mirando la escena desde el marco de la puerta, con una pequeña sonrisa traviesa.


Mein kleiner ZaubererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora