Capítulo 1

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Ese día había transcurrido con normalidad, era un fin de semana normal en el que la familia había decidido hacer limpieza a fondo.

Sus hermanos y padre siendo las mamas gallinas que eran no le habían dejado hacer casi nada, literal, solo le habían dejado hacer su habitación y el pasillo.

¡No era invalido!.

Pero bueno, no es que pudiera decir mucho mas, así que revelándose contra la ley porque era un malote anti sistemas de primera había decidido hacer la comida para todos ellos. 

¡Que se notara el radical anti-sistema que era!.

Por lo que, mientras todos estaban ocupados en sus labores había comenzado hacer el arroz y el pescado que ese día comerían, pensaba hacer mucho mas de verdad, como una ensalada, algunos encurtidos y un poco de sopa.

Pero adivinen quien apareció; si, Touya, quien parecía tener un sexto sentido que le advertía de cuando estaba siendo un malote anti-reglas, porque estaba por empezar a cortar el nabo y el tofu cuando apareció de la nada y me saco el cuchillo de las manos.

-¿Que hemos dicho de cocinar sin supervisión, Hari?- y si, me estaba mirando con esa mirada medio enfadada, medio preocupada.

-Que no se tiene que hacer, ¡pero!, quería hacer la comida para todos mientras acababan con su arduo trabajo- dije medio quejándome con el combo infalible de ojos de perrito bebe bajo la lluvia.

-Eso no va a funcionar conmigo, así que deja ese delantal y ve con papa para que te de algo mas para hacer- y si ese tono autoritario siempre estaba en estos momentos.

-¡No es justo, por que Sakura si puede cocinar y yo no!- si todo falla siempre queda el modo niño pequeño.

Y obviamente no me contesto y siguió haciendo la comida, así que enfurruñado en vez de ir con papa me fui hacia el sótano donde  Sakura estaba sacando el polvo a la colección de libros que papa tenía.

Fue justo después de abrir la puerta que lo note, no podía ser.

Recuerdos de una vida pasada, hace varios años viniendo a la mente cuando sentí esta magia.

Y como no sentirla cuando la magia pertenecía al mago que en esa vida había sido mi esposo.

Podía sentir la magia de sus creaciones y de uno de sus guardianes, tan acostumbrado a ellos, tan familiarizado que tenía ganas de llorar como si no supiera que echaba de menos algo hasta que lo tenías delante.

En esta vida siempre había sido un chico enfermo pero porque mi magia estaba inestable.

Incapaz de encontrar el equilibrio hasta encontrar a la persona con la que se le supone estaba destinado a estar.

Pero esta sensación de familiaridad había sido como un bálsamo hacía mi mente.

Pero antes de poderme recuperar de la impresión, sentí como todas las creaciones de mi antiguo amante se escapaban de su jaula, donde solo quedaba el guardián y tres presencias de dichas creaciones.

Una podía sentirla cerca de Sakura y las otras delante de mi.

Si, era irónico, pero estas dos cartas siempre me habían representado durante todas mis vidas y siempre habían estado a mi lado como las compañeras mas fieles desde mi primera vida como Harry Potter.

Después de todo, la luz y la oscuridad siempre habían sido una parte de mi.

Mein kleiner ZaubererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora