capítulo ocho

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Atsushi entró al auditorio donde se dictaban las clases de teatro. Era el mismo que se usaba para las conferencias o los actos escolares. Tenía un escenario y los asientos estaban apilados a los costados del lugar para dejar espacio en el centro. Cuando Atsushi llegó, ya estaban por comenzar.

La maestra era una mujer enérgica y muy simpática. Saludó a Atsushi amablemente y le pidió que se presentara con el resto del grupo. Luego de eso, empezaron con una actividad para romper el hielo.

"Dos verdades y una mentira" fue el juego elegido por la profesora y armó parejas al azar. A Atsushi le tocó estar con una chica de cabello azul oscuro. Él ya se había presentado frente a todos por ser nuevo, así que sólo lo hizo ella. Se llamaba Kyoka. Iba a 2°A.

—¿Quieres empezar? —le preguntó Atsushi.

Ella asintió y pensó. Levantó su mano para enumerar.

—Me gustan los conejos. —dijo levantando un dedo por cada cosa que decía— Mi materia favorita es arte y le tengo miedo a la oscuridad.

Ella mantenía cierta distancia y hablaba con un tono de voz bajo y pausado. Sus ojos azules eran intensos. Atsushi miró a la menor tratando de averiguar cuál de las cosas que había dicho podría ser mentira. Aunque no lo pensó mucho.

—Tu materia favorita no es arte. —decidió.

—Incorrecto. —dijo Kyoka, sacudiendo la cabeza— En realidad, no le tengo miedo a la oscuridad.

—¿De verdad? —Atsushi ni siquiera lo había visto como una posibilidad— Yo sí le tengo miedo.

—¿En serio? —le preguntó ella, sorprendida— ¿Cuántos años tienes?

—¡Oye! ¡Eso es ofensivo! —objetó Atsushi con intención de ocultar su vergüenza.

Él siempre había creído que temerle a la oscuridad era algo normal, independientemente de la edad. Y que, si no le tenías miedo, era porque eres un monstruo más. Pero Atsushi no creía que esta niña fuese un monstruo ni mucho menos. O capaz sí, porque ahora se estaba riendo de él.

—¿Qué es gracioso? —dijo él con los brazos cruzados.

La menor se forzó a detener su risa y se dirigió nuevamente a él.

—¿Y qué haces para no tenerle miedo?

Atsushi dudó si responder sinceramente a la pregunta. Aunque, para empezar, el objetivo de esta actividad era conocerse, o no?

—Bueno... suelo tener conmigo un tigre de peluch-

No terminó su oración que la peliazul volvió a reírse de él. No era una risa cruel o burlona, Atsushi lo sabía. Era más bien una risa divertida y timida. Pero aún así el chico no podía evitar sonrojarse. Necesitaba cambiar de tema.

—Mejor sigamos con el juego. —sugirió.

Kyoka asintió aún con una pequeña sonrisa. —Te toca a ti.

Atsushi pensó qué cosas podría decir de sí mismo sin avergonzarse más. No sabía realmente qué decir. ¿Qué había de relevante en él? Lo pensó durante varios segundos, descartando cosas ni bien se le venían a la mente. Pero después notó que se estaba tardardo, y que al fin y al cabo solo era un juego y no debería darle tantas vueltas.

—Bueno... —empezó— Me mudé aquí hace tres semanas, soy hijo único y me gustan las películas de terror. ¿Qué es mentira?

Kyoka ni pareció pensarlo y respondió indudablemente que la última era la mentira, a él no le gustaban las películas de terror.

rivalidad escolar『 bsd 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora