capítulo dos

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Después de religión, tuvieron matemática con el profesor Kunikida. Un hombre serio y exigente, pero amable. Dazai estuvo toda la clase enumerando las razones por las que ese maestro no lo quería. A Atsushi le pareció que estaba exagerando, pero como no los conocía no opinaba.

—O como la vez que reprobó mi examen porque respondí que no podía hallar la X porque no era pirata. —se quejaba el castaño.

—Emm.. —Atsushi no sabía muy bien qué debía responder.

—Opino igual. Totalmente injusto. —resopló recostandose en la mesa.

Sonó la campana del primer receso. Todos salieron casi corriendo del salón. Atsushi se quedó en el aula poniéndose al día con los temas que habían visto hasta ahora con la ayuda de Tanizaki y Naomi. Le había pedido ayuda a Dazai pero él no tenía mucho en sus apuntes...

En cambio Tanizaki tenía todo completo y era muy prolijo. Así que le sacó un par de fotos a lo principal para luego copiar todo en su casa más tranquilo. Le agradeció al chico su ayuda.

—Cuando quieras. —le dijo el pelinaranja. —Aunque en inglés no voy a poder ayudarte...

—Es muy malo. —aclaró Naomi.

—¡Oye! —le dijo él en un falso enojo— Aunque sí es verdad, tengo la mayoría incompleto.

—Ah, no te preocupes. —respondió el peliblanco.

—Yo tampoco soy muy buena en inglés. —comentó Naomi— Pero Lucy podría ayudarte.

—O Poe. —agregó Tanizaki.

—Sí, pero hoy no vino. —le dijo ella.

Atsushi estaba a punto de preguntar quién era Lucy pero no tuvo qué.

—¡Oye, Lucy! —llamó Naomi hacia el fondo del salón. —¡Ven a socializar!

Atsushi se giró y vio a una chica pelirroja con dos largas trenzas al fondo del salón. Traía auriculares y parecía no haber escuchado el llamado de la pelinegra.

—¡¡LUCY!! —gritó Naomi.

Ambos chicos se sobresaltaron con el fuerte grito. La chica levantó la cabeza asustada. Dirigió su mirada hacia el trío y se levantó para ir hacia ellos. Se sacó los auriculares antes de hablar.

—¿Qué sucede? —preguntó sentándose en el lugar de Dazai.

—Pasa que Atsu necesita los apuntes de inglés. —le explicó Naomi.

La trenzada lo miró como si lo estuviera analizando. Atsushi se sintió un poco cohibido con esa acción. La chica no sonreía y parecía malhumorada, pero Atsushi no la quería juzgar tan rápido. Tal vez no había tenido una buena mañana.

—¿Qué me darás a cambio?

—¡Lucy! No seas así. —le recriminó la pelinegra.

—Ya, está bien. —resopló— Pero no los tengo aquí conmigo. Dame tu número y te los paso cuando llegue a casa.

Mientras Atsushi anotaba su número en el teléfono de la chica bajo la atenta mirada de ella, los otros dos se levantaron de su asiento.

—Vamos a ir al buffet antes de que termine el descanso. —avisó Naomi—Quiero unos nachos.

—Y yo una monster. —dijo Tanizaki.

—Vamos todos. —se sumó Lucy— Yo también quiero comprarme algo.

Y así los cuatro bajaron en grupo al buffet del primer piso, dónde también estaba el comedor escolar que tenía dos sectores para ubicarse; uno bajo techo y otro externo. El colegio tenía en total cuatro pisos sin contar la planta baja, dónde estaba la dirección, la biblioteca, los casilleros, etc. El segundo y el tercer piso estaban destinados a las aulas, y finalmente el último piso que tenía la terraza y algunas habitaciones sin uso académico, que se usaban principalmente para almacenamiento de documentos viejos y materiales sin uso. La institución también contaba con un enorme patio externo con jardín al que se accedía desde la planta baja.

rivalidad escolar『 bsd 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora