3- Al son de la noche (pt. 2) +16

358 20 30
                                    

No tenía idea de lo que era ese lugar.
Pero no me importaba y preguntar solo nos haría perder tiempo.

Leorio cerró la puerta luego de dejarme sentado sobre la gran cama matrimonial en el centro de aquel sitio.

-Fue mi habitación hace unos años, ahora nadie la usa. Aquí no nos encontrarán.

Tenía muchas preguntas, pero ese no era el momento para hacerlas, quizá luego podría hablar con él sobre las inquietudes que tenía.

Ya no había vuelta atrás, sin darme cuenta había dado rienda suelta al deseo insaciable de Leorio.

Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo cuando sentí sus ásperos dedos acariciar mi cintura y mis caderas. Tiempo atrás, cuando fuimos amantes y no necesitábamos más que el tacto del otro habíamos memorizado nuestras zonas más sensibles, y al parecer Leorio lo recordaba aún.

Ya 4 años pasaron desde nuestro último encuentro, cada una de las marcas en nuestros cuerpos habían desaparecido, ambos estábamos limpios.

O eso creí.

-Leorio.. ¿Eso es un.. chupetón?

Señalé muy lentamente una pequeña marca roja en su cuello.

Él asintió y sin importarle mucho siguió en lo suyo.

Por alguna razón eso me molestó más de lo que debería.

-Entonces fui el único que esperó 4 años en abstinencia.

-¿Eso qué importa ahora?

Si su reacción hubiera sido diferente lo habría dejado pasar, pero esa maldita actitud de desinterés siempre me molestó. Si él tenía una marca en su cuello y ni siquiera se tomó el tiempo de ocultarla significaba que no era la primera vez que algo así ocurría, ya me parecía extraño que después de cuatro años sin verme lo primero que hizo fue llevarme a la cama.

Tenía la sospecha de que si continuaba no sería más que una de sus parejas casuales.

No me sorprendería saber que tan solo unos minutos antes de bailar conmigo, haya estado revolcándose con un par de mujeres u hombres nobles.

-Detén esto, Leorio. Volvamos al salón.

-¿Eh?

Me separé de él con firmeza usando toda mi fuerza de voluntad, siempre fui débil a él, todo mi cuerpo pedía a gritos ser acariciado por sus ásperas manos que sabían exactamente dónde tocar, pero no podía hacerlo.

Soy un hombre orgulloso, jamás me acostaría con un maldito mujeriego. Antes se lo perdoné, pero esta vez no puedo permitirme caer tan bajo, no después de haber sido humillado por querer estar con él.

-No quiero hacerlo. No contigo.

Leorio alzó una ceja y me miró de pies a cabeza antes de volver a hablar.

-¿Por qué te gusta tanto hacerte el difícil? Ambos sabemos que esperaste mucho por esto.

Cada palabra que salía de su boca me generaba unas horribles náuseas que comenzaban a marearme. Su risa burlona casi imperceptible fue lo que terminó de reafirmar mi decisión.

-Y es justamente por eso que no lo haré contigo. Esperé 4 años, no toqué a nadie y mucho menos me dejé tocar, al único que le he permitido hacerlo eres tú, Leorio. El único que me ha visto de esta manera.. Para mí es especial ¿Sabes? Yo..

One shots leopika [+16] [En curso] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora