Solamente un Multiverso [Miku Nakano x Tu]

Capitulo VI [...] T2

Yo: lo sabemos no mientas

Sebastián: ¿como? -decía derrotado-

Yo: bueno en teoría las cosas se presentaron bastante extrañas, mira primero que nada quiero aclarar que suena muy fumado, pero un día estaba caminando por la calle tras ver y escuchar cosas raras me acerque para ver lo que era

Miku: resultamos ser nosotros la cinco quintillizas nakano

Yo: lo cual pensé que era falso pero como sabes aprendí japonés por un curso gratuito que tuve (la razón era también ver anime mas sin embargo fue raro ese hecho) entonces me fue entre fácil y difícil comunicarme, ellas me entendieron y me agarraron confianza

Miku: luego de ello descubrimos que somos un manga-anime el cual parece que cobro vida en este mundo

Yo: todavía no sabemos por qué sucede esto pero debemos saber si tu eres o fuiste Kazuya Kintoshita

Sebastián: bueno me descubriste pero ¿como? Solo me contaste que ellas aparecieron

Yo: luego de otra chica de un anime triste apareciera aquí apareció Chizuru y Luego recibí la noticia de que despertaste lo que se me hizo muy extraño ya que habíamos hablado y no estabas en coma

Sebastián: si te conteste y eran de los primeros días donde creía que era un sueño hasta ver que me respondiste

Yo: entonces, ¿como es allá?

Sebastián: bellísimo y no solo el anime de Rent a Girlfriend pasaba ahí si no el de las quintillizas

Miku: "en la historia original" no debimos conocernos

Yo: eso es cierto

Sebastián: pues yo seguía metido en la historia que el esquizofrenico escribio

Yo: cierto

Sebastián: aparte sabía que nada pasaría y como llevé muchos mangas descargados en mi celular se me ocurrió ganar dinero con ellos ya que no afectaría a mangas fuera del rubro

Yo: ¿como las quintillizas?

Sebastián: exacto y no solo eso y es que tenía superpoderes

Yo: ¿superpoderes?

Sebastián: si los superpoderes de Demon Slayer

Yo: ¡caray!

Chizuru: eso es cierto yo lo vi en el show

Sebastián: ¡¿me viste?!

Chizuru: y ya no se que pensar de ti resulta que eres menor que yo

Yo: solo son 4 años -Miku me miraba- (con eso soy "mayor que ella")

Sebastián: pero si mi intención e interés era no enamorarme por que si era un sueño lo perdería todo, pero viendolo así no perdí todo al parecer -soltaba una sonrisa-

Chizuru: no se debo investigar

Sebastián y Yo: ¡nada de investigar!

Chizuru: ¿que?

Yo: So

Miku: ¿de que hablas?

Yo: bueno Chizuru sabes que eres o eras un manga pues el creador resulta que nunca te dejo que lo pensaras paso más de 30 tomos para que pudieras tener algo sentimental con Kazuya

Chizuru: (...) -razonaba lo mencionado-

Saque de mi bolsillo mi teléfono para buscar en manga X el manga de la seríe para mostrarselo

Chizuru:ahm ahm ya veo...

Sebastián: bueno también me volví millonario alla

Miku: cierto se volvió millonario

Chizuru: me pagaba el doble de la renta normal y eso que subi de rango dos veces

Sebastián: aparte de que Yaemori sabía mi identidad

Yo: ¿por qué?

Sebastián: bueno un día que estaba más aburrido que nada se me ocurrió comprar un boleto a un lugar aleatorio donde me toco seki

Yo: ¿seki?

Sebastián: el lugar de venta de katana, ahí compre una y fui de regreso a casa cuando llegue un hombre con un casco rojo dorado podría decirse, con traje ajustado de color azul y botas de oro puro me hablo en español

Yo: bueno resulta que tenemos el mismo objetivo

Sebastián: espera, entonces... tenia razón el fue quien nos lleva y nos trae

Yo: veo que ya vamos uniendo los cabos sueltos

Sebastián: posteriormente después de luchar con el de manera novata logre encender la katana en fuego...

Mama de Sebastián: cuanta imaginación tienen

A esto todos los presentes nos sorprendimos por ello ya que era un tema sumamente peligroso y confidencial

Yo: (somos chicos pero los elegidos para proteger a los interdimencionales)

Miku: si tenemos mucha imaginación mama de Sebastián

Yo: pienso llamarla la Línea multiversal -decía nerviosamente-

Mama de Sebastián: ahh recuerdo que uno de mis compañeros mencionó esa frase una vez

Yo: ¿que?

Miku: So

Fin del capitulo VI