¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rengoku Pov.
Los doctores se movían por toda la habitación, era una escena que creí que jamás volvería a ver con mis ojos (no desde que mi madre falleció), Senjuro se apretaba contra mi cuerpo buscando alguna muestra de calor o quizá algunas palabras de que todo estaría bien, pero... No tenía nada que decir. Por primera vez en años; no tenía ninguna idea de que decir.
Todo empezó hace apenas unas horas...
Había sido una noche de cacería muy larga, luego de que Uzui me emparejara con cada cazadora que conocía, finalmente el demonio salió de su escondite (no era una luna como el patrón sospechaba) así que fácilmente ambos pudimos encargarnos e irnos. Le dije a Uzui que pensaría en su amigable oferta de ir juntos a un bar y buscar "citas". Aunque ambos sabíamos que no era así.
Llegue a casa luego de algunas horas y caí totalmente "muerto" por decirlo de alguna manera en mi futón.
- Hermano mayor, despierta - Sentía como Senjuro, mi adorable hermano menor intentaba despertarme. - Hermano mayor, lo prometiste. - se quejó mientras seguía moviendo mi cuerpo suavemente. - prometiste que iríamos juntos - ¿Ir juntos?. ¿A dónde?.
Luego de vagar por mis recuerdos, di justo en el blanco, ciertamente le había prometido a Senjuro ir a ver la nueva exhibición en el museo. "La exhibición sobre espadachines" era muy famosa entre los jóvenes por la cantidad de espadas y trajes que se mostraban. Pero personalmente lo encontraba absurdo, ¿por qué ir a ver unas viejas espadas si en casa Senjuro podía verme entrenar con la mía?. Pero era cierto que yo le había prometido ir.
-¡Buenos días, querido hermano menor!.- me senté sobre el futón mientras lo abrazaba. Senjuro y yo éramos muy cercanos y siempre nos apoyábamos mutuamente, debido a que nuestra madre murió cuando él apenas era un bebé y automáticamente nuestro padre se alejó de nosotros. Por tradición debíamos vivir con él hasta el día de nuestras bodas. Pero simplemente se fue. Y quizá era lo mejor para ambos.
Aunque eso supone una gran responsabilidad para mí. Ahora yo era Pilar de la flama y dueño de la hacienda.
Aun así todo valía la pena, para poder ver a mi adorable hermanito sonreír.
- El desayuno está servido, iré a montar el té mientras tú te aseas hermano. -
- Perfecto entonces. ¡Gracias por tus atenciones Senjuro!.
...
El sol estaba brillante y hacía un día agradable y cálido, Senjuro sugirió invitar a alguno de los pilares. Pero (aunque me llevo muy bien con todos) preferiría no invitar a nadie. No por despreciar sus compañías, sino para evitar conversaciones indeseables. Quizá el tema con Uzui me dejo un poco tocado en mi orgullo.
Senjuro iba contándome datos sobre la exhibición y sobre que sus compañeros de salón le habían mencionado que los Rengoku teníamos un pequeño espacio. No era de sorprenderse, ya que nuestro "clan" por así decirlo siempre ha sido de espadachines. Pero no mencione nada para no arruinar la salida con mi hermano. - ¿Hermano, estás bien? - volteé a verlo mientras el semáforo seguía en rojo, faltaban al menos unas 3 calles más para llegar al museo. - Te sientes cansado... ¿La misión de anoche fue difícil? - tapaba su boca entre susurros. - No... Fue muy sencilla, ¿por qué preguntas Senjuto? - - Es que parece que estoy con padre... - Sentí como mi corazón se comprimió contra mi pecho, mi pobre hermano se sentía ignorado por razones que no tenían nada que ver con él. Suspire levemente para coger su mano y cruzar la calle. - Senjuro, tú siempre tendrás toda mi atención, incluso cuando creas que no. ¡Tu hermano mayor te estará escuchando! - Vi como el brillo de sus ojos volvió y una gran sonrisa apareció por su rostro.
Casi la cagas Kyojuro. ¡Eres brillante!.
Negué ante el insulto que lance contra mi mismo. - ¡Entonces!. ¿Qué opinas?. - - ¿Qué opino de qué Sen? - Sobre lo que te dije hermano... -
- a.-
Me quede en blanco, no sabía sobre que se refería.
Era algo referente a la exhibición?
Quizá un problema escolar?
Una pregunta más personal?
Mi cerebro se maldecía a si mismo por no recordar nada.
- B-Bueno, yo opino que... - Pero como un ángel del cielo, una voz me interrumpió y ambos hermanos volteamos a verla. - ¿Profe sonrisas? - - ¿La conoces, hermano? -
Eres mi salvadora Vega-san.
Inmediatamente cambié el tema. -¡Si!. Senjuro ella es Vega-san, es alumna de la universidad donde doy clases. - Oh, un placer. - - N-No es necesario hacer la reverencia, con un hola está bien. - Sus mejillas rápidamente se tornaron de un color rojo brillante, lo cual me pareció adorable. - Soy Luna. - - Soy Senjuro Rengoku - Ambos se sonrieron mutuamente y yo por mi parte dejé salir el aire que estaba acumulado en mi pecho. Me había salvado de ser el peor hermano del mundo.
Dramático Kyojuro.
- Íbamos a la exhibición. - Nuevamente, volví mi atención a la conversación que se estaba desarrollando frente a mí. - ¿La de espadas?. No es tan buena como dicen. - - ¿Por qué piensa eso Luna-senpai? - Si, ¿por qué piensas eso Vega?. - Porque es incluso mejor. - Revolvió el cabello de Senjuro y ambos rieron. - Tiene de todo. ¡Incluso algunos van vestidos con espadas y todo!. Les va a encantar a tu papá y a ti. -
¿Papá?. Acaso ella.
-¡NO ES MI HIJO!- Incluso a mí me sorprendió gritar. Ambos se sobresaltaron y estoy muy seguro de que hubo transeúntes que se detuvieron a verme. - Es mi hermano menor. - - A.- Los tres nos quedamos en silencio, evitando el contacto visual. Quizá lo mejor era despedirnos e irnos cada quien por su camino. - ¿R-Rengoku-san? - perfecto. Absolutamente perfecto. Frente a mí estaban Mitsuri acompañada de Uzui.
Sería un LAAAARGO paseo.
Notita
HOOOOLAAAAAAA
Lamento haber tardado tanto en actualizar es que inicie la universidad y tengo la mente en otras cosas
