dia 8: Oral.

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Itachi estaba serio, nunca había estado serio cuando de su esposo se trataba pero la situación lo ameritaba. Naruto suspiro resignado al ver que no había salida, era ahora o nunca ya no podía cargar por su cuenta aquello que lo mortificaba era un asunto de pareja y tarde o temprano su marido se enteraría.

—¿Y?— cuestionó cuando Naruto no respondía ante su pregunta anterior.

¿Que estaba sucediendo?.

—Yo... — La boca se le secó y paso saliva, miro los ónix de su pareja y luego desvio la vista al suelo como si hubiera algo interesante, tomo aire, se obligó aserenarse y por fin confesó — No puedo tener hijos.— Listo. Lo había dicho, cerró los ojos esperando alguna reacción de su esposo pero no escucho nada, con tristeza levantó la vista, Itachi estaba sin habla como petrificado — Perdoname... no puedo darte un bebé, cuando... estaba por casarme con Utakata estaba embarazado y luego del aborto los médicos cometieron una negligencia lo que provocó que no pudiera quedar embarazado  de nuevo. — sus ojos se hicieron cristalinos.— no sabes cuanto deseaba darte una familia.

Itachi ahora entendía la tristeza de su esposo, el por que había estado tan pensativo camino hacia él para abrazarlo protectoramente oyendo como soltaba un sollozo. Envolvió la pequeña figura de su doncel, abrigandolo sintiendo como este se aferraba a su ropa en busca de algo de consuelo, acarició la rubia cabellera de su esposo. El también era conciente de cuanto le dolía a Naruto no poder tener una familia propia, conocía sus deseos muchas veces lo vio leyendo revistas de recién nacidos.

Amaba a su esposo, su corazón era ese lindo doncel de cabello rubio y su corazón lloraba.

—Tranquilo, hay soluciones.— dijo bajito, intentaba consolarlo.

—¿Quieres intentar el tratamiento?— pregunto con algo de temor en su voz, levantó la vista sus lágrimas estaban desbordandose de sus ojos azules.

Lo había, claro que lo había, pero era riesgoso no solo para el bebé tambien para la madre, incluso si llegaba a quedar embarazado la probabilidad era muy baja de que el bebé pudiera sobrevivir en su interior, y no quería volver a sentir como una vida que debería proteger moría dentro de él.

—¿Estas loco?, nunca te pondría en riesgo. Podemos adoptar, no es necesario tener un hijo para decir que somos una familia, tu eres mi familia. Y eso es lo único que me importa, con o sin niños, no significa que te quiera menos.

Naruto sintió el Consuelo que necesitaba,  estaba contento de lo compresivo que era su esposo. Itachi limpio sus lagrimas y beso su frente.

—Además comadreja se sentirá celoso. ¿No crees?.

Miro al gato que dormía en el sofá, era uno negro con unos rasgos a su dueño Uchiha,  Naruto lo había adoptado de regreso a casa. Su nuevo compañero cuando no está Itachi, comadreja.

—Tienes razón-ttebayo. — itachi limpio sus lagrimas y beso sus labios.

Cuando Naruto llora sus labios se vuelven más suaves y esponjosos, itachi lo había descubierto, siguió besando sus labios solo era aquel toque inocente de contacto de labios con labios nada libidinoso de por medio.

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Los días pasaron con normalidad, Naruto estaba más tranquilo de poder hablar con su esposo de aquello y aunque era un problema menos los nuevos comenzaban a emerger. Su esposo llegaba un poco más tarde a casa, el trabajo se había multiplicado por lo que se había creado una gran brecha entre ellos. Casi no hablaban, Itachi se iba más temprano incluso antes de que Naruto despertará y regresaba cuando Naruto ya estaba dormido.

La tentación de tenerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora