Hambriento

Control - 7

El día iniciaba, el cielo estaba claro y nublado, en un callejón de los suburbios un cuerpo moribundo se encontraba tirado, frente a el había un joven de cabello verde y una piel liza y sedosa, el joven se arrodilló frente al cuerpo y hablo -Te ves de la mierda- el cuerpo en el suelo giro levemente sus ojos y lo observó -¿Qué? Creíste que por irte de casa las cosas cambiarían ? Debió ser una enorme sorpresa darte cuenta de que no fue así ¿verdad? Quiero decir, es sorprendente que un hombre te ataque por robar en su tienda, si, tal vez el resultado fue desproporcionado, pero ¿Y que ? No estás acostumbrado a consecuencias desproporcionadas ?-

El cuerpo respiro pesadamente y dejo escapar algo similar a un suspiro -Vamos, puedes dar más que ésto, te han tratado como la mierda, mira tu estado, no crees que sería justo que te encargues de regresar el karma ? Quiero decir, claro, no todo el mundo tiene la culpa, pero así funcionan las cosas, los soldados no tienen culpa de que sucedan las guerras y aún así mueren en ellas ¿No? Levántate, ya deja de ser tan débil, tienes el poder necesario para dominar sobre los demás, tienes la resistencia para soportar lo que venga, así que levántate, y jamás vuelvas a estar en este estado-

El moribundo cuerpo lentamente se levantó de donde estaba, era incapaz de alzar su cabeza y mirar al frente, pero lo hizo, el dolor era increíble, pero alzo la cabeza, al mirar frente a el, el chico de cabello verde había desaparecido, comenzó a dar débiles pasos y salió del callejón

Comenzó a caminar por las calles, realmente no tenía un rumbo, pero estaba de pie, estaba siguiendo, no se detenía, eso era suficiente para él,  no tenía ni la menor idea de cuánto tiempo estuvo caminando, no tenía idea de si alguien lo estaba mirando, pero el no se detenía, y no lo haría, a pesar de su lamentable estado, sus ojos estaban llenos de nada más que ira

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Tsukauchi estaba leyendo unos papeles en su oficina, tenía algunas ojeras y había una taza de café a su lado, parecía estresado y que le faltaban algunas horas de sueño, su concentración (casi obsesión) se rompió cuando golpearon la puerta de su oficina, se llevó el puño a la boca y tosió un poco, luego dió la indicación para que entraran -Adelante-

Un hombre de cabello negro y desaliñado, una bufanda blanca y ropas negras ingreso a la oficina, cerro la puerta tras de el y camino hasta una de las sillas frente al escritorio, el hombre saludó con una voz seca -Tsukauchi- el detective asintió y le regreso el saludo -Shota- el hombre de cabello largo tomo la jarra de café en el escritorio, agarro una taza que estaba junto a la pata del mueble y luego se sirvió -Deberias ordenar un poco- dijo Shota mientras terminaba de llenar la taza, Tsukauchi asintió mientras se reclinaba en su silla

Shota dió un sorbo al café e hizo una cara de disgusto -Que café compras ?- el detective se enderezó y lo miro con duda -No estoy seguro, es el que hay en la estación- Shota dió otro sorbo y dejo la taza sobre la mesa -Es terrible- Tsukauchi se encogió de hombros y le dio un sorbo a su taza

Shota volvió a dar un sorbo al café y pregunto -Tienes un caso?- el detective alzó una ceja -Que te hace pensar eso ?- Shota dió otro sorbo al café -Tu oficina es un desastre, tu apariencia es un desastre, y estoy bastante seguro de que esas ojeras son por noches sin dormir- Tsukauchi soltó un suspiro y se llevó las manos a la cara -Tengo este caso del chico que mató a unos estudiantes- Shota asintió -Escuché sobre el asunto, es algo terrible-