Historia creada por Liss_lp
Betty estaba destrozada, su jefe la había encerrado en el hueco toda la noche para irse con la modelito esa la Claudia Bosch, estaba enojada, triste, desilusionada, porque se dió cuenta que ese hombre que creía que era el modelo de persona la había dejado ahí, como un perrito abandonado, ni un poquito de consideración había tenido con ella, está bien que sea fea decía Betty pero no invisible.
Desde ese día Armando había cambiado con ella, se sentía culpable por dejarse llevar por la pasión con la modelo, se había olvidado de su asistente en el hueco, y el no era un negrero, le tenía estima la consideraba su amiga hasta ese día... la culpabilidad había tomado su ser, más cuando Marcela se había enterado de este último escarceo del presidente volviendo de su viaje lo dejó, le terminó... le dijo que ella ya no volvería a pasar una vergüenza más por su culpa, que no merecía las humillaciones de toda Bogotá mofándose que el soltero de oro más codiciado de la jet santafereña le tenía montado los cachos a su futura esposa, y muy dignamente canceló todo plan de boda... Ellos se conocían desde muy pequeños y si terminaban antes de que el odio tomara sus cuerpos no podrían nisiquiera rescatar la amistad que los unió siempre.
A partir de entonces Betty cambió en todo sentido, a él lo trataba lo menos posible, evitaba cualquier tipo de contacto y conversación que no fuese de trabajo, se había convertido en una mujer de hielo ante él, porque delante de otros era una gatita risueña y dulce, y eso lo tenía el doblemente de mal... Donde está mi Betty pensaba, está chica no es ni la sombra de ella...
Habían pasado 3 semanas de aquel episodio que les cambió la vida a Betty, Marcela y Armando, ella ya estaba cansada de idealizar un amor que jamás se daría y se dió por vencida, ya no esperó nada más de parte del presidente.
Una noche donde realizaron la típica lectura de cartas en casa de Mariana, Aura María y Sandra, éstas se pasaron de tragos y quisieron hacerle un cambio de look a Betty. Ya estaban hartas de verla escondida detrás de esos trapos, si ya la habían visto después de una duchita y bien linda que se revelaba.
SA: Ya Betty amiguita déjese cambiar el peinado y hacer la depilación que no le pasará nada si no le gusta pues se deja crecer los vellos y se peina el capul y ya, pues fea otra vez.
AU: Ay mija y si me deja depilarla, también le puedo podar la niña de abajo que verá que quedará de lujo -rie junto a las otras chicas-
B: ¡Aura María! Que de abajo yo no soy tan peludita, no no... pero ya está bien, las dejo pero solo la cara y nada más!
M: Pero las piernas también, Betty amiguita que no querrá parecer mono. Igual tengo una ropita ahí sin estrene que se la puedo pasar, unas polleritas y falditas que están de infarto.
B: ¡YA ESTÁ PUES! HOY NACE UNA NUEVA BETTY OJ OJ OJ.
AU/M/SA: ¡así nos gusta mija!-rien ya borrachas-
Y así había nacido una nueva Betty, una mujer sensual nació después de esa noche, ya hoy acostumbraba a usar polleritas, falditas cortas, jeans, chaquetas de cuero, etc. Y de peinados pues se lo dejaba liso, otras veces rizado, se hacía trenzas, coletas en fin... Con ese aire juvenil y fresco parecía una modelo más de ecomoda.
Había pasado mes y medio ya de aquel episodio, Betty bajó totalmente del pedestal en el cual tenía a Armando, sus ilusiones murieron desde aquel día...ya lo veía solo como su jefe, sin esperar nada más.
Éste por su parte, después de que vió a Betty con su nuevo look solo pudo admirarla, que niña tan bonita salió después de todo, ya lo intuía desde hace poco pero ya lo intuía... Ya ni la hora le daba, y eso lo tenía contrariado, todas las mujeres caen rendiditas a sus pies y Betty es la única que ni lo mira cuando el pasa. Los primeros días de su cambio intentó invitarla a salir, como amigos claro, tratarla, conocerla un poco más pero no, no lo logró, al contrario, veía como a todos los saludaba de besitos y le regalaba sus sonrisitas bobas y a él solo le ladraba si intentaba conversar algo que no fuese trabajo, estaba que explotaba de ira, se trataban todo el tiempo como el perro y el gato, discutían por todo, en nada concordaban, se desafiaban con la mirada... ya tenían una guerra armada en ecomoda.
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Un buen Amante
Historia CortaArmando Mendoza, tras ver cómo dejan insatisfecha a su asistente, le mostrará a Beatriz Pinzón, lo que es un buen Amante. Hecho por lis "Historia corta"🌑 Libro con contenido explícito ⚠️